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miércoles, 21 de noviembre de 2012

LA SOLUCIÓN PARA UN MUNDO EN CAOS



Nunca en la historia de la humanidad habían coexistido tantos sistemas religiosos y  filosofías promoviendo cada una su superioridad como verdad o forma de vida, y al mismo tiempo la ciencia nunca había descubierto tantos misterios acerca del funcionamiento del cuerpo humano y del cosmos como en estos tiempos, en nuestra época sabemos más que todas las civilizaciones que han existido; sin embargo es paradójico que ante tales condiciones de “libertad de expresión y conocimiento” cada vez más personas en el mundo, incluyendo a todas las clases sociales, estén  experimentando un terrible vacío interior que no puede ser llenado con nada de lo que hemos logrado como humanidad.
Al contrario, parece que hoy la vida vale menos que en cualquier otra época de la historia y que lejos de haber “evolucionado” a un mundo mejor y en un hombre mejor, hemos retrocedido en nuestra calidad de vida y hemos entrado en una horrenda deshumanización, muchas personas superan a los animales en crueldad y salvajismo; basta con abrir un poco los ojos y ver lo que está sucediendo en el mundo. Los índices de suicidio son alarmantes, ¡hasta niños de 8 años se están suicidando!, los niños no deseados son tirados a la basura como si fueran un repugnante tumor canceroso que invade la matriz e impide la realización de la mujer de éxito de hoy, la violencia domestica y los divorcios son imparables, la delincuencia organizada actúa cada vez más perversamente y parece que no hay autoridad que pueda hacer algo (al menos en México), las protestas sociales y estudiantiles aunadas a la brutal represión de que son objeto por los anti motines no apaciguan la inconformidad social, las guerras actuales no tienen propósitos ni causas legítimas sino solo la ambición de poder, dominio de las reservas de petróleo y fanatismo religioso, los actos de terrorismo político-religioso se están convirtiendo en la norma, el fracaso del sistema financiero mundial y el rescate de los grandes magnates bancarios y de las principales corporaciones a costa del dinero del pueblo para hacer mas ricos a los mas ricos y empobrecer a las masas ocasionan un sentimiento de enojo y frustración social muy profundo, basta con ver el actual caso de Grecia y muchos países de la zona euro que están al borde del colapso.
Y ante todo esto cabe preguntar, ¿de qué le sirven al mundo sus muchas religiones, avances científicos, tecnología de punta y poderío financiero-militar?, al parecer de nada,  porque todo va rumbo al desastre y la autodestrucción, y si parezco exagerado solo hay que ponerse al tanto de cuantas ojivas nucleares existen y están preparadas en este preciso momento para ser lanzadas contra objetivos específicos en diferentes partes del mundo, solo basta con que alguien lance la primera bomba y se fracture el endeble equilibrio de la paz que aún hay en el mundo; primero se impulsó la proliferación de armamento nuclear para tener paz en el mundo y ahora la supuesta no proliferación de armamento nuclear, porque como es obvio, es bastante peligroso que esas armas existan, y que las tengan países como Irán, ¿a que necio se le ocurrió hacer una bomba que acabaría con la habitabilidad del planeta para defenderse de sus enemigos?, es la peor ridiculez humana. Y para empeorar más las cosas, el cambio climático y las cada vez más frecuentes catástrofes naturales en todas partes del mundo son una muestra clara del gran fracaso del hombre postmoderno, se necesita estar ciego para no darse cuenta que algo grande está pasando en el mundo, que el mundo ha comenzado a convulsionar, todo esto nos debe hacer reflexionar profundamente hacia dónde nos dirigimos como humanidad y que tan autosuficientes somos en verdad, y si en verdad podemos solucionar todos nuestros problemas sin la ayuda de un ser supremo. Todo indica que hemos tomado a toda velocidad la autopista hacia el caos mundial.
Y ante todo este obscuro panorama, quién puede ofrecer esperanza o alivio para el mundo, ¿Buda?, ¿Mahoma?, ¿La ONU?...dos guerras mundiales y el aumento de graves tensiones internacionales que podrían desencadenar la tercera guerra mundial en esta época bastan para abrirnos los ojos del rotundo fracaso de la sabiduría humana sin Dios. Pretender sacar a Dios de nuestras vidas y de nuestro mundo es el peor error que se pudo haber cometido.
No debemos confundir a Dios con las religiones, porque las religiones son intentos humanos de llegar a conocer o agradar a Dios con ritos, dogmas e invenciones humanas que aunque puedan tener ciertos principios o restricciones del cuerpo no sirven para nada a la verdadera problemática del ser humano, así lo dijo el apóstol Pablo: Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne”*  (Colosenses 2:23). El problema no es cual religión es la verdadera, el verdadero problema es nuestra naturaleza caída que se inclina a la maldad, por lo tanto la verdadera solución debe ser en como cambiar el corazón, es decir las motivaciones más profundas de todo ser humano, porque de adentro del corazón sale toda la maldad del ser humano, y eso es imposible cambiarlo con una religión, filosofía o cosmovisión, por la simple razón de que todos los fundadores de religiones o filosofías son solo hombres mortales igual a cualquier otro hombre con sus propios defectos, debilidades y pasiones. Además todos los fundadores de los principales movimientos religiosos murieron como cualquier mortal, Buda y Mahoma están muertos, y sus seguidores lo saben y no lo niegan, pero solo hay uno de quien sus discípulos creen y afirman que resucitó y que además dio muestras claras de su poder, las cuales están registradas en los evangelios, y es a quien el mundo sigue rechazando y resistiéndose, Jesús de Nazaret, así lo registró el apóstol Juan: Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.” (Juan 1:9-11).
Hasta el día de hoy la tumba de Jesús está vacía, y aunque se han tratado de presentar objeciones y supuestos descubrimientos arqueológicos para demostrar que Jesús murió como cualquier otro ser humano y hacerlo simplemente un líder religiosos más en el mundo, el peso histórico y arqueológico sigue inclinando la balanza hacia la veracidad histórica y arqueológica de los evangelios como los documentos más confiables, veraces y tempranos de los eventos ocurridos en la época de Jesús, mismos que afirman contundentemente que Jesús resucitó y que vino del cielo y se encarnó en el vientre de una virgen para nacer como hombre y enseñarnos el camino hacia Dios y traer salvación y esperanza a un mundo perdido y sumido en la maldad, Jesús afirmó: …Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. (Juan 14:6). Por eso es lamentable que el ser humano sigua en un escapismo de Dios, pensando que puede construir sus propias rutas para llegar a un dios hecho para su propios deseos, o incluso negando a dios y haciéndose así mismo dios, como si pudiera negar la realidad de que el universo lleva el sello de un diseñador y creador inteligente y de la existencia de la vida espiritual por encima de la vida física; son tantas las evidencias que Dios ha dejado en la creación que es prácticamente imposible si se es honesto negar que el universo, nuestro sistema solar, la vida animal y la naturaleza responden más bien a una creación con diseño inteligente que a una simple cadena evolutiva sin ningún propósito trascendental, se necesita más fe para creer en la teoría de la evolución que en la creación de todas las cosas por Dios.
Pero aún así el ser humano continua negándose a reconocer que el gobierno del mundo y del universo le pertenece a Dios el creador de todas las cosas y a su hijo Jesucristo, y que así como por primera vez vino al mundo en la forma mas humilde para entregar su vida y derramar su sangre en una cruz para pagar nuestra impagable deuda ante Dios por causa de nuestra maldad, y ofrecernos la vida eterna como un regalo a los que le aceptan y se arrepienten de su maldad: Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.” (Juan 1:12); así mismo prometió venir al mundo por segunda vez pero ya no en su condición de auto humillación sino en toda su majestad y poder para juzgar al mundo y traer orden a este mundo caótico y lleno de maldad.
Solo Jesús tiene la capacidad de traer verdaderas condiciones de paz y justicia al mundo, cuando descienda de los cielos a establecer su justicia en la tierra, tal como lo afirma la Biblia: “Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.” (Mateo 16:27); “Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria.” (Marcos 13.26); “Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria.” (Lucas 21.27); “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo...” (1 Tesalonicenses 4:16).
Esperar la venida de Jesús no significa que no podemos hacer nada para mejorar nuestro mundo, porque mientras él viene nos dejó el mandato de reproducir los frutos de su reino, primero en nuestro corazón y luego en nuestro entorno, pero debido a que el pecado impregna aún el mundo tendremos que luchar contra la maldad en tanto que Jesús viene, por eso es necesario que el libertador venga a juzgar al mundo y así establecer su reino, que de hecho la Biblia afirma que ya posé: “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.” (Mateo 28:18), pero en su paciencia el sabe cuando será el momento propicio para cumplir su promesa, que sin lugar a dudas se cumplirá, así también lo enseñó el apóstol Pedro: “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.” (1 Pedro 3:9).
Es mi convicción que la condición actual que se está viviendo en el mundo está anunciando que algo grande viene al mundo, y podría ser la venida de nuestro salvador Jesús, es verdad que nadie debe poner fechas, porque ese gran evento que culminará con nuestra era para dar inicio al reino de Dios prometido para los que le aman solo está bajo potestad y conocimiento del Padre, así lo dijo Jesús: “…No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad.” (Hechos 1:7), pero sin lugar a dudas Jesús nos preparó para que cuando viéramos las señales que comenzaban a anunciar su pronta venida estuviéramos preparados: “Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores. Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Mateo 24:6-14); “De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.” (Mateo 24:32-37).
Sin lugar a dudas habrá una generación que verá el cumplimiento de las palabras de Jesús; incluso los cristianos del primer siglo llegaron a creer que ellos eran esa generación, pero el mismo apóstol Pablo proporcionó claridad a la iglesia de su generación para no dejarse engañar por falsos maestros que distorsionaban la correcta interpretación de los tiempos para sus propios deseos: “¡Nadie os engañe de ninguna manera!,  pues no vendrá sin que antes venga la apostasía y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,…” (2 Tesalonicenses 2:3), y eso aún no se ha cumplido, pero hay bastantes escritores que con bases sólidas afirman que en nuestra presente generación el mundo se está preparando para el establecimiento de un nuevo orden mundial gobernado por la elite mundial, ¡por favor abramos los ojos! y no nos suceda lo que a las personas del tiempo de Jesús, porque  cuando Jesús vino por primera vez solo unos cuantos quisieron ver la realidad de que ya era el tiempo de su venida y que todo lo anunciado por los profetas estaba cumpliéndose, al grado que los hombres de aquella generación que recibió su primera venida decidieron matarlo sin saber que era el mismo hijo de Dios; ¿qué actitud tendrá el mundo cuando él regrese por segunda vez?, Jesús mismo nos da un panorama de la situación que prevalecerá en el mundo cuando el venga: “…Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” (Lucas 18:8), seguramente habrá muchos que se resistirán a reconocer a Jesús como el único y verdadero mesías, y tendrán que asumir las consecuencias de sus decisiones, porque rechazar a Jesús es rechazar a Dios: “El que me rechaza y no recibe mis palabras,  tiene quien lo juzgue: la palabra que he hablado, ella lo juzgará en el día final.” (Juan 12:48).
Es mi anhelo que esta breve reflexión sea una contribución para que los indecisos, los incrédulos y quién anda en la maldad pueda acercarse a Dios ahora que todavía hay oportunidad, porque el tiempo se agota, y el tiempo de su venida llegará, espero que estés preparado.

“Por lo tanto,  puesto que falta que algunos entren en él,  y aquellos a quienes primero se les anunció la buena nueva no entraron por causa de la desobediencia, otra vez determina un día:  "Hoy",  del cual habló David mucho tiempo después,  cuando dijo: 
        "Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones"” (Hebreos 4:6-7).

“Vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la  tierra y el cielo y ningún lugar se halló ya para ellos. Y vi los muertos,  grandes y pequeños,  de pie ante Dios.  Los libros fueron abiertos,  y otro libro fue abierto,  el cual es el libro de la vida.  Y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros,  según sus obras. El mar entregó los muertos que había en él,  y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos,  y fueron juzgados cada uno según sus obras. La muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. El que no se halló inscrito en el libro de la vida,  fue lanzado al lago de fuego.” (Apocalipsis 20:11-15).

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