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lunes, 2 de junio de 2014

LA POLIGAMIA SEGUN LA BIBLIA



LA POLIGAMIA SEGÚN LA BIBLIA
Daniel Solis
“Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento…”
Oseas 4:6a
Contenido del estudio:

I. Introducción.

II. La institución del matrimonio en el mundo fue monógama.
Génesis 2:18 No es bueno que el hombre esté solo: el compañerismo de los esposos monógamos
Génesis 2:24 Se unirá a su mujer ¡no a sus mujeres!
Una sola carne: Dos se convierten en uno
Génesis 2:25. La desnudez: limitada a la intimidad de la pareja monógama

III. La relación matrimonial después del pecado.
Génesis 3:16b Abuso de autoridad del hombre y rebeldía de la mujer en el matrimonio

IV. La introducción de la poligamia en el mundo.

V. Génesis 6:1-3 La situación matrimonial poco antes del primer juicio mundial.

VI. El periodo desde Noé hasta Abraham: predominio de la monogamia.

VII. La poligamia de Abraham.
Génesis 16:1-6 Una terrible decisión
Génesis 21:8-12 La poligamia de Abraham es terminada por mandato divino
Génesis 25:1-6 Abraham no volvió a ser polígamo

VIII. La poligamia de Jacob.
La poligamia de Jacob fue una concesión y un engaño
La poligamia siempre causa alguna rivalidad entre las esposas
La poligamia potencializa el riesgo de incesto y endogamia

IX. La poligamia de David.
2 Samuel 3:2-5 No es un elogio para David
2 Samuel 5:13-16 Una clara desobediencia de David contra Deuteronomio 17:17
Comentario de Matthew Henry a cerca de la poligamia de David

X. La poligamia de Salomón.
La poligamia de Salomón ayudó a la caída y división del reino de Israel unificado
Comentario de John MacArthur a 1 Reyes 11:1-6
Comentario de Matthew Henry a 1 Reyes 11:1-6

XI. La poligamia en la ley de Dios.
La poligamia en Éxodo 21:7-11
La poligamia en Deuteronomio 21:15-17

XII. La poligamia en el nuevo testamento.
Jesús y la ley
Jesús y el matrimonio

XIII. El matrimonio según los apóstoles.
El matrimonio según el apóstol Pedro
El matrimonio según el apóstol Pablo
La monogamia como un requisito indispensable para los pastores, ancianos y diáconos.
Comentario de Juan Calvino respecto al requisito de ser “marido de una sola mujer”
El matrimonio según el apóstol Juan
El matrimonio representa la unión de Cristo con su iglesia

XIV. La inclinación bíblica hacia la monogamia como el estándar moral de Dios a lo largo de la Biblia.
Importantes exhortaciones a vivir en monogamia
El sumo sacerdote tenía una clara prohibición de ser polígamo.
El verdadero amor entre esposos solo puede ser monógamo
Unos de los hombres más justos que han vivido en la tierra sabía que desear otra esposa era pecado
La poligamia refleja un problema en el corazón del hombre
Los hombres más santos según la Biblia fueron monógamos

XVI. Los frutos de la poligamia.
Incesto.
Divorcio o repudio.
Rivalidad y celos entre las esposas o concubinas.
Preferencia por una de las esposas.
Denigración de la mujer.

Conclusión


I. Introducción
Es sabido que entre algunas congregaciones mormonas y entre algunas sectas de apariencia cristiana la poligamia[1] ha sido aceptada desde hace más de un siglo (principalmente en los Estados Unidos), y más recientemente ha tomado fuerza entre algunos grupos cristianos la idea de que la poligamia tal y como se practicó según los registros bíblicos del antiguo testamento debe ser totalmente permitida para los cristianos hoy en día, incluso han llegado al extremo de afirmar que la familia polígama se encontraba en el diseño original de Dios para el matrimonio, y que además los males sociales que vemos hoy en día como: homosexualidad, adulterio, fornicación, prostitución, incesto, madres solteras, etc., se deben a la prohibición de la poligamia en los países occidentales, o sea que según los defensores de la poligamia si se promueve y se permite esta forma de familia se acabarán estas corrupciones sociales, parece una correlación muy sencilla, pero ¿será correcta?
Se han incrementado los casos de supuestos pastores y líderes cristianos que al abrigo de lo que según ellos es completamente normal en la Biblia llevan vidas desenfrenadas y promiscuas dando rienda suelta a sus perversiones sexuales dañando la vida de muchas jovencitas solteras y mujeres separadas escudándose en que lo que hacen no tiene nada de inmoral y que además es “bíblico”, trayendo gran turbación y confusión al pueblo de Dios, y haciendo que aún los incrédulos se escandalicen de sus acciones y que el nombre de Dios sea blasfemado.
Por eso es indispensable que todo cristiano tenga más conocimiento de lo que Dios en su moral y ética aprueba respecto al matrimonio. Mi propósito es hacer un análisis expositivo de los principales pasajes en la escritura que tratan dicho tema para que sea la Biblia la que hable por si misma, ya que los argumentos que he leído de los autores y promotores de la poligamia “bíblica” son bastante engañosos para el creyente no entrenado en principios y reglas de interpretación de los pasajes bíblicos, su hermenéutica deja mucho que desear, y además omiten pasajes muy importantes que defienden el matrimonio monógamo como la opción bíblica conforme al diseño original de Dios.

II. La institución del matrimonio en el mundo fue monógama.
En Génesis 2:18, 24 y 25[2], están revelados los fundamentos del matrimonio tal y como Dios lo diseñó, esta es la base y ley para todo matrimonio y de estos versículos se debe partir para cualquier opinión a del mismo:
Génesis 2:18  Y el SEÑOR Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea.
Génesis 2:24  Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
Génesis 2:25  Y estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, y no se avergonzaban.

Génesis 2:18 No es bueno que el hombre esté solo: el compañerismo de los esposos monógamos
Primero, partiendo de Gen 2:18 se debe tener en cuenta que Dios instituyó el matrimonio porque en su infinita sabiduría vio que no “es bueno que el hombre esté solo”, y aunque no es la única razón y propósito para el matrimonio, es innegable que esta es la primera causa para el matrimonio: El matrimonio fue inventado por Dios para llenar una necesidad de compañerismo en el hombre y la mujer,  y para que a su vez ambos pudieran llevar a cabo el plan de sojuzgar la tierra, y solo Dios mismo por el beneficio de su reino en ocasiones hace la excepción a la regla de que el hombre se case, supliéndole de manera especial esa necesidad de compañía, llamando a algunos hombres y mujeres a la soltería ininterrumpida (ver Mateo 19:11-12, 1 Corintios 7:7). Por lo tanto, comenzando con este versículo podemos entender que el matrimonio debe ser una fuente de compañerismo íntimo entre dos personas, esto también se entiende por la afirmación que hace Dios mismo: “le haré una ayuda idónea”, la palabra hebrea para “ayuda” es ezer que se deriva de una raíz cuyo significado puede ser: rodear, circundar,  o ayudar; y la palabra “idónea” es négued que significa: contraparte (Strong). Es decir la mujer es la contraparte del hombre para su perfecto complemento.

Génesis 2:24 Se unirá a su mujer ¡no a sus mujeres!
En Génesis 2:24 Dios establece las bases para la institución matrimonial. Dios tuvo el cuidado de establecer parámetros claros y bien definidos para evitar que esta primera institución humana y de la cual se sostiene todo el orden social y cultural sea reinventada o suprimida según filosofías humanas.
Primero debemos tener una respuesta clara a la siguiente pregunta: ¿Qué hace que un matrimonio sea legítimo? En este pasaje encontramos los fundamentos legales de un matrimonio, y lo medular es la ordenanza “se unirá a su mujer”, y aunque está primero como requisito el “dejará el hombre a su padre y a su madre”, esta no es la medula de la institución matrimonial, ya que a lo largo de la Biblia se muestra el matrimonio como un pacto de unidad, es decir de compañía de por vida (Malaquías 2:14, Proverbios 2:17; 5:18). Y tanto la palabra hebrea (dábac) como la griega (proskolao) usada en Mateo 19:5 para “unir” se refieren al mismo principio: adherir (Strong), “adherirse como con pegamento”, es decir una unión inseparable, que si alguien la separa los dos serán dañados. Entonces podemos entender que la base del matrimonio es la unidad por medio de un pacto, y es por esta misma razón que hay evidencia suficiente en la Biblia para afirmar que el matrimonio no se realiza por la mera unión sexual, ni por la mera unión libre (dejar a los padres para unirse a una mujer cuando no hay un pacto de por medio). Un ejemplo de porque las relaciones sexuales no hacen por si solas un matrimonio legítimo lo podemos ver en Deuteronomio 22:28-29 y Éxodo 22:16-17, y también en el pacto matrimonial de José y María madre de Jesús (Mateo 1:18-19), ya que la Biblia es clara en informar que no habían tenido relaciones íntimas antes de la boda y ya estaban desposados, y legalmente ya se consideraban esposos, por eso cuando una mujer desposada cometía infidelidad se le acusaba de adulterio, aún antes de la boda.

Una sola carne: Dos se convierten en uno
Este fundamento del matrimonio es un principio que se ha prestado a mucha malinterpretación por los defensores de la poligamia y requiere una explicación aparte. Primero está claro que el llegar a ser una sola carne implica forzosamente la relación sexual, y que como ya dijimos antes la mera unión sexual no hace legítimo el matrimonio, pero la unión sexual es una consecuencia natural y sana de la expresión del principio de adherencia e intimidad en el matrimonio, por eso la abstinencia prolongada o definitiva de relaciones sexuales está prohibida para los casados, salvo casos de enfermedad. Una segunda observación es que la plenitud de llegar a ser una sola carne está reservada solo para el matrimonio entre un hombre y una sola mujer, porque el significado de “ser una sola carne” es pasar a ser “una sola persona”, y esto está claro por la palabra hebrea para carne que es “basar”, que su significado más acertado es “persona” (Strong), es decir, todas las uniones sexuales que se salen de este pacto de compañía son corrupciones de este principio: Prostitución, adulterio, toda forma de fornicación, concubinato y poligamia. Entonces ¿cómo podemos explicar la advertencia del apóstol Pablo en 1 Corintios 6:16 de que si uno se une a una prostituta se hace un solo cuerpo con ella? No es tan difícil como lo hacen parecer los defensores de la poligamia, porque según ellos se puede llegar a “ser una sola carne” con varias esposas simultáneamente. Primero hay que entender el contexto, ¿cuál es la problemática que está tratando Pablo? Es claro que Pablo está refutando una idea corrupta de la verdadera libertad y gracia en Cristo (1 Cor 6:12) de las cuales Pablo les había enseñado, esto por su entorno pagano, que los llevó a creer de acuerdo al gnosticismo que así como el comer es una necesidad biológica del estomago, el satisfacer los deseos sexuales era una necesidad meramente biológica y no tendría repercusiones más allá de una simple unión corporal (1 Cor 6:13), por eso en el v.15 Pablo hace referencia a la unión entre el creyente y Cristo, de cómo al estar en comunión con Jesús, nuestro miso cuerpo (miembros) pasan a estar unidos a Cristo, y esto da el entendimiento de porque Pablo hace referencia a “…serán una sola carne”,  parafraseando a Pablo diríamos: “¿Vas a retirar tus miembros (tu ser) de Cristo y los vas a unir a una ramera?”, “¿Qué no conoces el principio en la escritura de que Dios hace que en la unión sexual haya una involucración en todos los sentidos, mucho más allá de un mero coito, de lo peligroso que es unirte a una prostituta?” Pero ¡nunca! Pablo está diciendo que si un hombre se une a cualquier mujer: prostituta, segunda esposa simultánea, esposa ajena, por mencionar algunos ejemplos; que estas uniones cumplan el diseño establecido por Dios de ser una sola carne. Pablo está haciendo una advertencia, no estableciendo un principio de lo que significa ser “una sola carne”.

Génesis 2:25. La desnudez: limitada a la intimidad de la pareja monógama
Es importante notar que inmediatamente después de establecer las bases del matrimonio Dios agrega una afirmación de que “…estaban ambos desnudos…y no se avergonzaban.” Es claro que gozaban de esta apertura y confianza porque no había pecado en el mundo, pero en este pasaje hay otros factores que atañen al tema de la poligamia. Se nos deja ver que entre ellos dos no había nada que esconder, es decir, su relación era tan pura que podían estar desnudos sin esconder nada físicamente, emocionalmente, intelectualmente y espiritualmente que pudiera avergonzarles. Pero el pecado distorsionó todo esto y ahora sí que es difícil alcanzar esa libertad y confianza entre la pareja, toda pareja debe luchar contra el egoísmo, la falta de sinceridad, el temor a ser desaprobados al descubrir nuestros más íntimos sentimientos, los malentendidos, etc. ¡Por eso es un error la poligamia!, no hay registro alguno ni sugerencia de que Adán haya tomado más mujeres aparte de Eva ni siquiera después de haber pecado ¿Cómo va una mujer a abrirse ante un hombre o viceversa, y a tratar de desnudarse en todo su ser si su relación no es exclusiva?, ¿Existirá un hombre en la tierra tan puro que sea incapaz de preferir en intimidad a una esposa en lugar de otra, aunque sea solo de pensamiento?

III. La relación matrimonial después del pecado
Es un hecho irrefutable que la relación matrimonial de Adán y Eva y de todos sus descendientes se iba a ver afectada gravemente por los efectos destructivos del pecado.

Génesis 3:16b Abuso de autoridad del hombre y rebeldía de la mujer en el matrimonio
“…tu deseo será para tu marido, y él tendrá dominio sobre ti” (NVI). Veamos qué significa esta sanción:
Primero hay que tener en cuenta que se trata de una sanción, que incluye una predicción negativa hacia la mujer, y en parte hacia el hombre con respecto al punto de comparación de su anterior situación antes de haber pecado, ¿Pero, a que se refiere concretamente? Antes del pecado la relación entre Adán y Eva estaba libre de conflicto, y su relación no incluía ningún tipo de competencia ni abuso, pero después del pecado las mujeres tratarían de dominar a los hombres, pero los hombres iban a enseñorearse de las mujeres por decreto divino, porque de lo contrario todo sería peor, pero en ningún momento estuvo en el plan de Dios que el hombre se enseñoreara sobre la mujer, esto fue una consecuencia directa del pecado en el mundo, ¿cómo podemos saber que esta es la interpretación correcta?, porque en Génesis 4:7, unas líneas más adelante se usan las mismas palabras para la advertencia que Dios hace a Caín con respecto al pecado en su vida, “…el pecado yace a la puerta y te codicia, pero tú debes dominarlo.” La palabra usada para “tu deseo será” es teshucá, que significa: anhelo, deseo o estirarse hacia algo (Strong), que son los significados más probables en ambos pasajes, y la palabra usada para “dominar” es mashal, que significa gobernar, enseñorearse o apoderarse. Por lo tanto hay muy fuerte evidencia de que esta sanción traería consecuencias negativas contra la mujer en su relación matrimonial, por eso no es incorrecto afirmar que las relaciones que distorsionan la relación original del matrimonio como Dios lo diseñó tienen su causa en el pecado: el concubinato, la poligamia, y el repudio (divorcio) son consecuencias de esa maldición.

IV. La introducción de la poligamia en el mundo
Es claro que el escritor de Génesis (Moisés, de quién por cierto no hay evidencia de que haya practicado la poligamia, como lo afirman algunos indoctos), quiere hacer notar o resaltar algo en el relato, ya que a lo largo de su narración está dando información de los descendientes de Caín, el primer homicida, y al llegar a Lamec toma la pausa para informar que “tomó para sí dos mujeres…”, no hay razón válida de porque Lamec tomó tal decisión, ni tampoco se está aprobando su decisión, ni condenando directamente, pero algo está muy claro y es que se quiere hacer notar que este suceso era inusual, y esto lo puedo argumentar con fuerte evidencia porque en el siguiente pasaje (Gen 5), donde se narran las genealogías de Set, tercer hijo varón de Adán, no hay evidencia ni vestigio alguno de que sus descendientes practicaran la poligamia, y sí se resalta que Set y su descendencia habían rectificado su relación con Dios (Gen 4:26), como si hubiera vuelto a comenzar la creación (Gen 5:1-2); y por si no fuera suficiente el argumento, es un hecho contundente que Noé, último descendiente de Set antes de la destrucción del mundo antediluviano, fue monógamo (Gen 6:18) conforme a la ley de Dios para el matrimonio de Génesis 2:24. Un último comentario de este pasaje acerca de Lamec: no pretendo argumentar que porque Lamec fue un asesino despiadado por eso se convirtió en el primer polígamo, el problema radica en que la poligamia es una idea de la carne, y sorprendentemente casi siempre aparece la violencia relacionada con la poligamia, e independientemente de cuanto se practicó y quienes (aún algunos de los patriarcas), no hay evidencia hasta aquí de que esa forma de familia estuviera en el diseño perfecto de Dios.

V. Génesis 6:1-3 La situación matrimonial poco antes del primer juicio mundial.
Gén 6:1  Y aconteció que cuando los hombres comenzaron a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas,
Gén 6:2  los hijos de Dios vieron que las hijas de los hombres eran hermosas, y tomaron para sí mujeres de entre todas las que les gustaban.
Gén 6:3  Entonces el SEÑOR dijo: No contenderá mi Espíritu para siempre con el hombre, porque ciertamente él es carne. Serán, pues, sus días ciento veinte años.

No pretendo hacer una interpretación completa de este pasaje, sé que es difícil y no es el objetivo de este estudio demostrar quienes son los llamados “hijos de Dios” (Los Ben Elohim), pero independientemente de lo que signifique: a) Que los hijos de Dios sean ángeles (lo menos probable), b) Que los hijos de Dios sean reyes que tomaron harenes para ellos, o c) Que sean los descendientes de Set (lo más probable), muestra algo que si es claro; ellos cometieron una acción que desagradó por completo a Dios, y tenía que ver con una decisión en sus deseos sexuales desenfrenados, qué hicieron exactamente nadie lo sabe, ¿tomaron varias esposas?, ¿se unieron en matrimonios prohibidos por Dios?, ¿se dejaron llevar solo por un impulso carnal y desenfrenado?, lo que haya sido nos deja ver muy claro que no tenía nada que ver con la unión diseñada por Dios para el matrimonio según Génesis 2:24, y Dios tuvo que intervenir de manera drástica, y en mi opinión la opción “c” es la más apegada al contexto porque la descendencia de Set se había mantenido en los caminos de Dios, hasta que al corromperse traerían inevitablemente la descomposición del orden creado, y esta corrupción está ligada al matrimonio, y se anularía lo único que podía mantener a salvo el mundo antediluviano: una descendencia piadosa (ver Malaquías 2:15). Si se anula la familia como Dios la diseñó se anula una descendencia piadosa. Porque el matrimonio debe ser para los hijos un ejemplo gráfico de la comunión entre Cristo (Dios) y su esposa (la iglesia), ver Efesios 5:21-31.

VI. El periodo desde Noé hasta Abraham: predominio de la monogamia
En Génesis capítulos 9 al 11 podemos encontrar que Noé y sus hijos  recibieron la confirmación del pacto de Dios, y dentro de este, la orden de volver a llenar la tierra, y es muy interesante ver que ni Noé, ni sus hijos, ni sus descendientes al menos en la línea de Sem hasta Taré (Génesis 11:10-26) tuvieron que ejercer la poligamia para cumplir este mandato del pacto, lo cual nos da evidencia de que no era necesaria la poligamia ni siquiera para la urgente e indispensable misión de repoblar la tierra.


VII. La poligamia de Abraham
Génesis 16:1-6 Una terrible decisión
Gén 16:1  Y Sarai, mujer de Abram, no le había dado a luz hijo  alguno; y tenía ella una sierva egipcia que se llamaba Agar.
Gén 16:2  Entonces Sarai dijo a Abram: He aquí que el SEÑOR me ha impedido tener hijos. Llégate, te ruego, a mi sierva; quizá por medio de ella yo tenga hijos. Y Abram escuchó la voz de Sarai.
Gén 16:3  Y al cabo de diez años de habitar Abram en la tierra de Canaán, Sarai, mujer de Abram, tomó a su sierva Agar la egipcia, y se la dio a su marido Abram por mujer.
Gén 16:4  Y él se llegó a Agar, y ella concibió; y cuando ella vio que había concebido, miraba con desprecio a su señora.
Gén 16:5  Y Sarai dijo a Abram: Recaiga sobre ti mi agravio. Yo entregué a mi sierva en tus brazos; pero cuando ella vio que había concebido, me miró con desprecio. Juzgue el SEÑOR entre tú y yo.
Gén 16:6  Pero Abram dijo a Sarai: Mira, tu sierva está bajo tu poder; haz con ella lo que mejor te parezca. Y Sarai la trató muy mal y ella huyó de su presencia.

En este pasaje podemos ver claramente que Abraham “el primer patriarca” y padre de la fe practicó la poligamia no por designio divino sino por la incredulidad de Sarai y por la aplicación de la sabiduría humana en contra de la sabiduría divina.  Los estragos de su error se dejaron sentir de manera inmediata, y los seguimos viendo hasta nuestros días porque es claro que los musulmanes descendientes de Ismael reclaman su derecho a la primogenitura contra Isaac, e incluso creen que el hijo que ofreció Abraham en sacrificio fue Ismael y no Isaac.
Es cierto que para su época se usaba esa costumbre cuando la esposa era estéril (código de Hamurabi), pero no era la regla, y siempre la concubina (sierva), que en realidad estaba bajo posesión de la esposa, quedaba en un rango inferior. A la luz de lo que hemos analizado en los pasajes anteriores cabe hacer la pregunta: ¿Estas costumbres se asemejan en algo al diseño original de Dios para el matrimonio?, ¿Cumplen en alguna medida el pacto de compañía establecido por Dios?
Luego, en cuanto a los estragos amargos de tal decisión cabe agregar que al Espíritu Santo le plació ser lo bastante claro al revelar estos detalles en la escritura, ¿No basta con ver el potencial de conflicto y daño familiar que son intrínsecos a la poligamia como para verla con gran recelo aún en tiempos de la humanidad en que carecían de la luz de Jesús?, ¿cuánto más ahora?

Génesis 21:8-12 La poligamia de Abraham es terminada por mandato divino
Gén 21:9  Y Sara vio al hijo que Agar la egipcia le había dado a luz a Abraham burlándose de su hijo Isaac,
Gén 21:10  y dijo a Abraham: Echa fuera a esta sierva y a su hijo, porque el hijo de esta sierva no ha de ser heredero juntamente con mi hijo Isaac.
Gén 21:11  Y el asunto angustió a Abraham en gran manera por tratarse de su hijo.
Gén 21:12  Mas Dios dijo a Abraham: No te angusties por el muchacho ni por tu sierva; presta atención a todo lo que Sara te diga, porque por Isaac será llamada tu descendencia.
En este pasaje vemos el desenlace final de la relación polígama iniciada por Abraham, y nos deja ver muy claramente la desaprobación de Dios en tal decisión. La relación familiar de estos medios hermanos nunca fue buena, no porque fueran medios hermanos, sino por tener un mismo padre que no trataba igual a sus respectivas madres. ¿Tendría Ismael alguna envidia o rencor reforzados por la desigualdad y trato que pudo haber tenido Abraham para con su madre como concubina, siendo que él era el primogénito en la carne, pero su medio hermano el primogénito por la promesa? (ver Gálatas 4:23). Y aunque Abraham se angustió porque era un hombre justo y sabía lo que implicaba el echar fuera a la concubina según la petición de Sara, seguramente el más sorprendido fue él mismo, al recibir el designio divino de echarla fuera, Dios no iba a cambiar su perfecto plan de redención por un hijo que competiría contra el hijo de la promesa. En fin, nuevamente vemos que Dios no promovió este caso de poligamia (o más preciso concubinato), y que el potencial de conflicto y daño familiar en las relaciones polígamas se extiende también a los hijos como medios hermanos cuando conviven simultáneamente sus madres con el mismo esposo.

Génesis 25:1-6 Abraham no volvió a ser polígamo
Gén 25:1  Abraham volvió a tomar mujer, y su nombre era Cetura.
Gén 25:2  Y ella le dio a luz a Zimram, a Jocsán, a Medán, a Madián, a Isbac y a Súa.
Gén 25:3  Jocsán engendró a Seba y a Dedán. Y los hijos de Dedán fueron Asurim, Letusim y Leumim.
Gén 25:4  Y los hijos de Madián fueron Efa, Efer, Hanoc, Abida y Elda. Todos estos fueron los hijos de Cetura.
Gén 25:5  Abraham dio a Isaac todo lo que poseía;
Gén 25:6  y a los hijos de sus concubinas Abraham les dio regalos, viviendo aún él, y los envió lejos  de su hijo Isaac hacia el este, a la tierra del oriente.
Se ha querido usar el ejemplo de Cetura concubina de Abraham para reafirmar que era lo más común  que se practicaba y que Abraham era un claro polígamo, pero hay que tener en cuenta que cuando Abraham toma a Cetura el estaba viudo, y nunca más en la Biblia se menciona que haya vuelto a tener dos mujeres de manera simultánea. Y lo más interesante es que los v. 5 y 6 muestran la clara distinción que Abraham hizo entre su hijo Isaac y los demás hijos de sus concubinas Agar y Cetura.

VIII. La poligamia de Jacob
Génesis capítulos 29 y 30
 Gén 29:18  Jacob amó a Raquel,  y dijo:  --Yo te serviré siete años por Raquel,  tu hija menor. Gén 29:19  Labán respondió:   --Mejor es dártela a ti que a otro hombre;  quédate conmigo. Gén 29:20 Así sirvió Jacob siete años por Raquel;  y le parecieron como pocos días,  porque la amaba. Gén 29:21  Un día dijo Jacob a Labán:  --Dame mi mujer,  porque se ha cumplido el plazo para unirme a ella. Gén 29:22  Entonces Labán juntó a todos los hombres de aquel lugar y ofreció un banquete. Gén 29:23  Pero sucedió que al llegar la noche tomó a su hija Lea y se la trajo;  y Jacob se llegó a ella. Gén 29:24  Labán dio además su sierva Zilpa a su hija Lea por criada. Gén 29:25  Cuando llegó la mañana,  Jacob vio que era Lea,  y dijo a Labán:    --¿Qué es esto que me has hecho?  ¿No te he servido por Raquel?  ¿Por qué,  pues,  me has engañado? Gén 29:26  Labán respondió:   --No es costumbre en nuestro lugar que se dé la menor antes de la mayor. Gén 29:27  Cumple la semana de esta,  y se te dará también la otra  por el servicio que me prestes otros siete años. Gén 29:28  Así lo hizo Jacob.  Cumplió aquella semana y él le dio a su hija Raquel por mujer. Gén 29:29  Asimismo,  Labán dio su sierva Bilha a su hija Raquel por criada. Gén 29:30  Jacob se llegó también a Raquel,  y la amó más que a Lea;  y sirvió a Labán aún otros siete años. Gén 29:31   Vio Jehová que Lea era menospreciada,  y le dio hijos;  en cambio Raquel era estéril. Gén 29:32  Concibió Lea y dio a luz un hijo,  y le puso por nombre Rubén,  porque dijo:  "Ha mirado Jehová mi aflicción:  ahora me amará mi marido". Gén 29:33  Concibió otra vez y dio a luz un hijo,  y dijo:  "Por cuanto oyó Jehová que yo era menospreciada,  me ha dado también este".  Y le puso por nombre Simeón. Gén 29:34  Concibió otra vez y dio a luz un hijo,  y dijo:  "Desde ahora se unirá mi marido conmigo,  porque le he dado a luz tres hijos".  Por tanto,  le puso por nombre Leví. Gén 29:35  Concibió otra vez y dio a luz un hijo,  y dijo:  "Esta vez alabaré a Jehová";  por esto llamó su nombre Judá.  Y dejó de dar a luz. Gén 30:1  Al ver Raquel que no daba hijos a Jacob tuvo envidia de su hermana,  y dijo a Jacob:    --Dame hijos,  o si no,  me muero. Gén 30:2  Jacob se enojó con Raquel y le dijo:   --¿Soy yo acaso Dios,  que te ha negado el fruto de tu vientre? Gén 30:3  Entonces ella le dijo:   --Aquí está mi sierva Bilha;  llégate a ella,  y que dé a luz sobre mis rodillas.  Así yo también tendré hijos de ella. Gén 30:4  Le dio a Bilha,  su sierva,  por mujer,  y Jacob se llegó a ella. Gén 30:5  Bilha concibió y dio a luz un hijo a Jacob. Gén 30:6  Dijo entonces Raquel:  "Me juzgó Dios,  pues ha oído mi voz y me ha dado un hijo".  Por tanto,  llamó su nombre Dan. Gén 30:7  Concibió otra vez Bilha,  la sierva de Raquel,  y dio a luz un segundo hijo a Jacob. Gén 30:8  Y dijo Raquel:  "En contienda de Dios  he luchado con mi hermana y he vencido".  Le puso por nombre Neftalí. Gén 30:9  Al ver Lea que había dejado de dar a luz,  tomó a su sierva Zilpa,  y la dio a Jacob por mujer. Gén 30:10  Y Zilpa,  sierva de Lea,  dio a luz un hijo a Jacob. Gén 30:11  Entonces dijo Lea:  "Vino la ventura";  y le puso por nombre Gad. Gén 30:12  Luego Zilpa,  la sierva de Lea,  dio a luz otro hijo a Jacob. Gén 30:13  Y dijo Lea:  "Para dicha mía,  porque las mujeres me llamarán dichosa";  y le puso por nombre Aser. Gén 30:14  En el tiempo de la siega del trigo halló Rubén en el campo unas mandrágoras  que trajo a Lea,  su madre.  Y dijo Raquel a Lea:   --Te ruego que me des de las mandrágoras de tu hijo. Gén 30:15  Ella respondió:   --¿Te parece poco que hayas tomado mi marido,  para que también quieras llevarte las mandrágoras de mi hijo?   Raquel dijo:   --Pues dormirá contigo esta noche a cambio de las mandrágoras de tu hijo. Gén 30:16  A la tarde,  cuando Jacob volvía del campo,  salió Lea a su encuentro y le dijo:  --Llégate a mí,  porque a la verdad te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo.   Y durmió con ella aquella noche.
Génesis capítulos 29 y 30 se enfocan casi exclusivamente en la vida matrimonial de Jacob, en la manera de cómo entró en relaciones polígamas y sin duda en las amargas consecuencias de vivir en tal estructura familiar.
Las preguntas que saltan a la vista en estos pasajes son: ¿cómo llegó Jacob a la poligamia?, ¿estaba en sus planes desde el inicio?, ¿fue indicada por Dios su poligamia?, ¿manifestó bendición y buenos frutos su aceptación de ser partícipe de la poligamia?

La poligamia de Jacob fue una concesión y un engaño
En Génesis 29:16-28 vemos que Jacob en ningún momento pretendía tener varias esposas, él amaba solo a Raquel, su concesión se debió a que fue engañado, trayendo a memoria la manera en que él mismo engañó a su padre Isaac para obtener las bendiciones de derecho a la primogenitura que le pertenecían a su hermano Esaú (Génesis 27). Jacob ya no podía rehusar a Lea, (y aun en caso de querer deshacer ese matrimonio alegando que lo habían engañado, lo más seguro es que perdería toda oportunidad de casarse con Raquel a quien amaba), y optó por tolerar la bigamia; y en esto tenemos que tener perfectamente claro el principio de Romanos 8:28, de que Dios usa todas las circunstancias adversas para bien de los que lo aman y para llevar a cabo sus soberanos designios, pero está claro que la poligamia de Jacob fue algo que muy probablemente él no hubiera buscado ya que su padre Isaac siempre fue monógamo.

La poligamia siempre causa alguna rivalidad entre las esposas
Génesis 29:30-31 detalla la clara desigualdad de trato y afecto que recibían Lea y Raquel de parte de Jacob, y Dios mismo en su gran misericordia hace que Lea sea fértil y Raquel estéril, cosa muy penosa culturalmente para Raquel, y de esta manera Dios hace que la injusticia generada por la estructura familiar misma sea atenuada. Al ver Raquel la justicia divina derramada en favor de Lea, se llenó de envidia por no poder tener hijos y presionó tremendamente a Jacob a llegarse a su sierva Bilha (Gén 30:1-4), misma situación que vivió Abraham con consecuencias pésimas para su familia; y comienza una desgastante y nefasta batalla entre las dos hermanas para ganarse la preferencia del marido y Lea hace lo mismo al darle a Jacob a su sierva Zilpa por mujer (Gén 30:9-13), su envidia y competencia llegó al grado de traficar a manera de intercambio comercial al marido por una noche de intimidad (Gén.30:14-16).

La poligamia potencializa el riesgo de incesto y endogamia
Un último detalle de importancia es el caso de incesto que se da entre Rubén y Bilha, una de las siervas a las que Jacob tomo por mujer:
Gén 35:22 : “Aconteció que,  cuando habitaba Israel en aquella tierra,  Rubén fue y durmió con Bilha,  la concubina de su padre;  de esto se enteró Israel”.
Es claro que el pecado de incesto no es exclusivo de las familias polígamas, pero si nos muestra la Escritura que es mucho más fácil que ocurra en esta estructura familiar, (ver 2 Samuel 13:1-15 el incesto de Amnón hijo de David contra su media hermana Tamar). Y de igual manera podemos ver en la vida polígama de Jacob que los celos, la envidia, la desigualdad, la amargura y el incesto son problemas intrínsecos de esa forma de familia.

IX. La poligamia de David

2 Samuel 3:2-5 No es un elogio para David
2Sa 3:2  A David le nacieron hijos en Hebrón;  su primogénito fue Amnón,  de Ahinoam,  la jezreelita;
2Sa 3:3  su segundo,  Quileab, de Abigail,  la mujer de Nabal,  el de Carmel;  el tercero,  Absalón,  hijo de Maaca,  hija de Talmai,  rey de Gesur;
2Sa 3:4  el cuarto,  Adonías,  hijo de Haguit;  el quinto,  Sefatías,  hijo de Abital;
2Sa 3:5  el sexto,  Itream,  de Egla,  mujer de David.  Estos le nacieron a David en Hebrón.

2 Samuel 5:13-16 Una clara desobediencia de David contra Deuteronomio 17:17
2Sa 5:13  David tomó más concubinas y mujeres de Jerusalén,  después que vino de Hebrón,  y le nacieron más hijos e hijas.
2Sa 5:14  Estos son los nombres de los que le nacieron en Jerusalén:  Samúa,  Sobab,  Natán,  Salomón,
2Sa 5:15  Ibhar,  Elisúa,  Nefeg,  Jafía,
2Sa 5:16  Elisama,  Eliada y Elifelet.

Estos dos pasajes de la Escritura son muy claros y específicos a cerca de la vida matrimonial polígama de David, y al leerlos no parecen a primera vista ni condenar la poligamia de David ni elogiarla o siquiera aprobarla, es como si el escritor solo deseara informar objetivamente los hechos, pero una mirada más minuciosa nos muestra que si había una impresión que el escritor quería dejar al lector a cerca de David, primero hay que tomar en cuenta que ya estaba dada una ley muy específica para limitar el aumento de esposas por parte de un rey en Israel (Deut. 17:17) misma que David había desacatado totalmente, y además en la lista se menciona que Absalón fue hijo de “..Maaca, hija de Talmai rey de Gesur.”(Un rey pagano). Matthew Henry comenta lo siguiente de estos dos pasajes del aumento de la familia de David: “Aquí tenemos una breve información de los seis hijos que le nacieron en Hebrón de seis esposas distintas, en los siete años que reinó allí. David contravino la ley deuteronómica (17:17) contra la multiplicación de esposas del rey, con lo que, además, dio un mal ejemplo a sus sucesores. De los seis hijos que tuvo en Hebrón, tres de ellos dejaron mala fama (Amnón, Absalón y Adonías), mientras que los otros tres no dejaron ninguna fama. “La madre de Absalón era hija de Talmay, rey de Gesur, esto es un rey pagano. Quizás con este enlace David esperaba fortalecer su posición y sus intereses, pero el resultado de esta unión fue catastrófico (2 Samuel 11:37-38), pues le llenó de pesadumbre y vergüenza. La sexta es llamada Eglá, mujer de David, lo que ha inducido a muchos a pensar que fue anteriormente mujer de otro y que el nombre de este ha sido sustituido (erróneamente) por el de David.”

Comentario de Matthew Henry a cerca de la poligamia de David
De 2 Samuel capitulo 5:14-16 comenta Matthew Henry: “Son mencionados aquí todos los hijos, once en total, que le nacieron después que se estableció en Jerusalén. A éstos hay que añadir los seis que le habían nacido en Hebrón (3:2,5). También se nos dice (v.13) que tomó más concubinas y mujeres de Jerusalén; en otras palabras, formó un harén al estilo de los reyes orientales. ¿Le alabaremos por ello? ¡Ciertamente no! No podemos alabarle, ni justificarle, ni siquiera excusarle. Quizá pensaba que de esta forma fortalecería sus intereses, multiplicaría sus alianzas e incrementaría la familia real, pero iba claramente contra la ley de Dios (Dt.17:17). Y aun teniendo tantas mujeres y concubinas todavía codició la única mujer de su prójimo (cap.11;v.12-13). Una vez que los hombres rompen la barrera, no hay nada que los contenga.
Por lo tanto es una total falta de comprensión y sabiduría alegar en favor de la vigencia de la poligamia argumentando que como David era un hombre que agradó a Dios (y eso es muy cierto), y que por eso su poligamia no tuvo nada de malo, eso demuestra una total falta de comprensión en lo que respecta a la salvación, porque todos los patriarcas y hombres de Dios antes de Cristo también fueron justificados por la fe, y la justicia de David no se basa en que él fue intachable, sino en que supo tener un corazón humilde delante de Dios, y el hecho de que haya sido participe de la poligamia porque en su contexto histórico y cultural se practicaba y él consintió (porque no había venido Jesús a cumplir toda la ley a favor nuestro y a interpretar la ley perfectamente), no hace que todo lo que David practicó sea correcto delante de Dios. Además los resultados familiares fueron a todas luces catastróficos.

X. La poligamia de Salomón

La poligamia de Salomón ayudó a la caída y división del reino de Israel unificado
La Biblia es muy clara en reprobar la poligamia de Salomón, y aunque el comentarista de 1 de Reyes enfatiza que además de tener muchas mujeres también violó la ley de Dios al tener muchas mujeres extranjeras, y en ningún sentido se indica que a menos de que no fueran extranjeras entonces estaba bien su poligamia: “Y tuvo setecientas mujeres con rango de princesas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón” (1 Reyes 11:3). “Y dijo Jehová a Salomón: Por cuanto ha habido esto en ti, y no has guardado mi pacto y mis estatutos que yo te mandé, romperé de ti el reino, y lo entregaré a tu siervo” (1 Reyes 11:11).

Comentario de John MacArthur a 1 Reyes 11:1-6
John MacArthur comenta lo siguiente en la “Biblia de estudio MacArthur”: “Muchos de los matrimonios de Salomón tenían como propósito ratificar tratados con otras naciones, una práctica común en el antiguo Cercano Oriente. La práctica de multiplicar las esposas reales, prohibida en Deuteronomio 17:17 porque dicha práctica apartaría del Señor el corazón del rey, demostró sus perniciosos efectos en la experiencia de Salomón. Su amor por sus esposas (vv.1,2) lo condujo a abandonar su lealtad al Señor y a adorar otros dioses (vv.3-6). No puede imaginarse una imagen más triste que la fea apostasía de sus últimos años (por encima de los cincuenta), que puede relacionarse con sus pecados con esposas extranjeras. La poligamia era tolerada entre los antiguos hebreos, aunque en Oriente la mayoría de los hombres tenían solo una esposa. Tener varias esposas se consideraba como señal de riqueza e importancia. El rey quería tener un harén mayor que el de cualquiera de sus súbditos, y Salomón recurrió a esta forma de magnificencia real. Pero era un pecado que constituía una infracción directa a la ley de Dios.”

Comentario de Matthew Henry a 1 Reyes 11:1-6
Y Matthew Henry comenta del mismo pasaje hablando de Salomón: “Se dio a las mujeres. La madre de Lemuel (Pr.31:3) a quien algunos han identificado con Salomón, le decía: “No des a las mujeres tu fuerza”, con lo que alude quizás a Sansón, quien perdió su fuerza por dar información del secreto a una mujer. La caída de su padre David había comenzado cuando dio satisfacción a la concupiscencia de la carne. El amor incontrolado a las mujeres “a muchos ha hecho caer heridos” (Pr.7:26). Como dice el obispo Hall, “a muchos le ha roto la cabeza su propia costilla”…La sabiduría divina señaló una mujer para un hombre, y a los que una les parece poco, también les parecerán pocas dos o tres.”

XI. La poligamia en la ley de Dios
Los que defienden que la práctica de la poligamia es completamente legitima y permitida argumentan muy marcadamente que son grandes defensores de la ley de Dios, y hacen ver a los opositores como antinomianos (contra la ley de Dios) e ignorantes de las leyes de Dios, incluso al grado de asociar a los defensores de la monogamia con el catolicismo romano y con el paganismo; pero paradójicamente en la ley de Dios (pentateuco) solo hay dos pasajes (Éxodo 21:7-11 y Deut.21:15-17) que tienen que ver con casos de poligamia y una revisión minuciosa de ellos nos sugiere que no promueven o legislan la poligamia sino que la regulan para evitar que la práctica de la poligamia resultara en injusticias contra la mujer.

La poligamia en Éxodo 21:7-11
Éxo 21:7  Y si alguno vende a su hija por sierva, ella no saldrá libre como salen los siervos.
Éxo 21:8  Si ella no agrada a su amo que la había destinado para sí, permitirá que sea redimida. Pero no podrá venderla a un pueblo extranjero, por haberla tratado con engaño.
Éxo 21:9  Y si la destina para su hijo, la tratará conforme a la costumbre de las hijas.
Éxo 21:10  Si toma para sí otra mujer, no disminuirá a la primera su alimento, ni su ropa, ni sus derechos conyugales.
Éxo 21:11  Y si no hace por ella estas tres cosas, entonces ella saldrá libre sin pagar dinero.
Primero para entender si en realidad este pasaje es una ley a favor de la poligamia veamos los siguientes aspectos: ¿cuál es el asunto central de esta legislación?, ¿está promoviendo algo o está tratando de aminorar algún mal?
El asunto central de la ley es el trato justo hacia una sierva hebrea (Ex.21:2 trata con respecto al siervo varón hebreo), porque una sierva a diferencia de un siervo no tenía derecho a salir libre en el plazo que Dios estableció para los siervos varones (7 años), y por esta misma razón la sierva estaba en riesgo de ser explotada, engañada y abusada por su amo. Y por otro lado también trata de los derechos que tenía la sierva en caso de que una vez dada (o prometida) en casamiento al hijo de su amo, este entrara en una situación de poligamia porque la tendencia pecaminosa del hombre al agregar una segunda esposa podría ser que a la anterior se le relegara a favor de la segunda, por eso el v.11 pone como requisitos cumplir con las tres cosas esenciales en el matrimonio: alimento, vestido y derechos conyugales (no solo relaciones sexuales), y de no cumplir con estas tres cosas, la sierva hebrea tenía toda la libertad de salir como mujer libre porque a los ojos de Dios se estaría cometiendo una grave injusticia de lesa humanidad. Entonces lo que podemos observar es que Dios da esta ley no para promover la poligamia sino más bien para evitar las injusticias que la poligamia por si misma puede ocasionar.
Otro aspecto importante que se deja ver al estudiar este pasaje es que los asuntos que se tratan en las leyes posteriores siguiendo un orden lógico en este mismo capítulo son situaciones de pecados graves como: homicidio intencional (21:12), parricidio (21:15), secuestro (21:16), maldecir a los padres (21:17), y peleas violentas (21:18); por eso la regulación de la poligamia lejos de establecerla como algo correcto o permitido para el pueblo de Dios nos muestra sus peligros potenciales y altamente dañinos principalmente contra la mujer.

La poligamia en Deuteronomio 21:15-17
Deu 21:15  Si un hombre tiene dos mujeres, una amada y otra aborrecida, y tanto la amada como la aborrecida le han dado hijos, si el primogénito es de la aborrecida,
Deu 21:16  el día que reparta lo que tiene entre sus hijos, no puede él hacer primogénito al hijo de la amada con preferencia al hijo de la aborrecida, que es el primogénito,
Deu 21:17  sino que reconocerá al primogénito, al hijo de la aborrecida, dándole una porción doble de todo lo que tiene, porque él es el principio de su vigor; a él pertenece el derecho de primogenitura.
Este pasaje debe entenderse de manera parecida al anterior, ¿Cuál es el asunto central de esta legislación?, ¿Qué es lo que esta ley trata de evitar?
Primero podemos observar que el asunto central es el derecho de primogenitura a la doble heredad aún en caso que el padre se haya metido en un lío de poligamia si es correcta la interpretación del v.15 “tiene dos mujeres” como indicando que dicho hombre vivía en poligamia con dos mujeres simultáneamente; sin embargo no es del todo segura dicha interpretación por el significado literal en el hebreo de este pesaje según comenta MacArthur: “En el original, las palabras son leídas ‘ha tenido dos mujeres’, refiriéndose a acontecimientos que ya se han llevado a cabo, evidentemente insinuando que una mujer está muerta y que otra ha tomado su lugar. Moisés, entonces, no está legislando un caso polígamo en donde un hombre tiene dos mujeres al mismo tiempo, sino de un hombre que se ha casado dos veces en sucesión. El hombre podría preferir a la segunda mujer y ser exhortado por ella a dar su herencia a uno de sus hijos. El asunto involucra el principio de la herencia del primogénito. El hijo primogénito del hombre, fuera de la esposa favorita o no, tenía que recibir la porción doble de la herencia.”
Por otro lado de manera muy parecida a Éxodo 21 este pasaje se haya entre una lista de males que podrían ocurrir en la sociedad israelita y nos da la manera de hacer justicia cuando esos males ocurrieran entre el pueblo; por ejemplo siguiendo el patrón lógico de este pasaje vemos en el v.18: “Si alguno tuviere un hijo contumaz y rebelde…entonces…”, v.22: “Si alguno hubiere cometido algún crimen digno de muerte…”, es decir, la ley nos da la norma divina para tratar con asuntos pecaminosos y así hacer justicia (correctivo) y evitar una mayor injusticia (preventivo), pero nunca parece estar legislando y promoviendo lo que precisamente está ocasionando el daño y perjuicio: poligamia, rebeldía obstinada, asesinato, etc.
Por lo tanto parece que quienes pretenden apelar a la ley de Dios para defender la práctica de la poligamia como algo establecido por Dios se van de bruces al revisar detenidamente los escasos pasajes que tratan con asuntos relacionados con tal práctica, y que además todo indica que la poligamia es vista por el mismo Creador como una distorsión del diseño y ley original para el matrimonio de Génesis 2:24.

XII. La poligamia en el nuevo testamento
Contrariamente a lo que los defensores de la poligamia opinan, el nuevo testamento parece hacer un manifiesto silencio en cuanto al tema de la poligamia, y los casos en que se mencionan asuntos matrimoniales como bodas, matrimonios al servicio de Cristo e instrucciones para los casados y solteros con miras al matrimonio, siempre se refiere en términos de monogamia, aludiendo a la ley y diseño original del matrimonio establecido en Génesis 2:24. Y los escasos pasajes que mencionan alguna situación de posible poligamia siempre son en un sentido de descalificación o incapacidad para el ministerio en la iglesia de Cristo (1 Tim 3:2,12).

Jesús y la ley
Mat 5:17  No penséis que he venido para abolir la ley o los profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir.

Quienes defienden la poligamia dejan ver claro que no comprenden la postura de Jesús hacia la ley, y frecuentemente argumentan que como “Jesús no vino a abolir la ley y los profetas” entonces debemos seguir practicando la poligamia tal como se permitía en el antiguo testamento. Pero antes de tratar de dar una explicación equilibrada a cerca de la opinión de Jesús hacia la ley de Dios permítaseme hacer algunas preguntas: ¿Dios puede contradecirse?, ¿hay alguna contradicción entre Moisés y Jesús?, ¿qué quiso decir Jesús con “no he venido para abolir sino para cumplir” (Mateo 5:17)?
Primero es claro que Dios no cambia ni se arrepiente y mucho menos puede contradecirse (Num 23:19; 1 Samuel 15:29; Santiago 1:17). La ley original que Dios estableció para el matrimonio en Génesis 2:24 es y seguirá siendo la norma divina.
Jesús fue muy claro al decir que no había venido a abolir (destruir, anular, liberar) la ley sino a cumplirla (satisfacer, llenar los requerimientos, cumplir a la perfección). Jesús nunca contradijo a Moisés, más bien recriminó a los fariseos por no comprender el sentido correcto de los mandamientos (Mateo 19:8-9; Marcos 12:24). Y es aquí precisamente donde se pierden aquellos que quieren hacerse ver muy guardadores de la ley para permitir la poligamia, caen en la misma situación que los maestros e intérpretes de la ley de los tiempos de Jesús, confunden la regulación externa de la ley con el verdadero espíritu de la ley. En Mateo 5:21-22, 27-28, 31-32, 33-34, 38-39, 43-44 Jesús usa repetidamente: “Oísteis que fue dicho…Pero yo os digo…” Esta poderosa frase pone a Jesús como el verdadero interprete de la ley, Jesús no está cambiando ni alterando nada de los requerimientos éticos revelados por Dios a Moisés, está corrigiendo las interpretaciones torcidas de los maestros de la ley de su época y nos está dando el verdadero sentido y espíritu de la ley.

Jesús y el matrimonio
Mateo 19:4-8
Mat 19:4  Él,  respondiendo,  les dijo: 
 --¿No habéis leído que el que los hizo al principio,  "hombre y mujer los hizo",
Mat 19:5  y dijo:  "Por esto el hombre dejará padre y madre,  y se unirá a su mujer,  y los dos serán una sola carne"?
Mat 19:6  Así que no son ya más dos,  sino una sola carne;  por tanto,  lo que Dios juntó no lo separe el hombre.
Mat 19:7  Le dijeron: 
 --¿Por qué,  pues,  mandó Moisés darle carta de divorcio y repudiarla?
Mat 19:8  Él les dijo: 
 --Por la dureza de vuestro corazón,  Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres;  pero al principio no fue así.
A menudo he citado esta escritura a algunas personas que defienden la práctica de la poligamia y lo primero que me dicen es que no es válida en tal caso porque no tiene nada que ver con la poligamia, solo con el divorcio; y es claro que no ignoro que el asunto central en este pasaje es respecto al divorcio, pero es innegable que Jesús al refutar las malas interpretaciones de la ley de Moisés por parte de los fariseos hace referencia a la primera y fundamental ley para todo matrimonio: Génesis 2:24 (v.5); y todo lo que se salga de ese primer diseño divino deberá ser rechazado, y además Jesús hace una interpretación más precisa de “…serán una sola carne.” En el v.6 Jesús dice: “Así que no son ya más dos,  sino una sola carne.” ¿En qué parte de esta interpretación de Jesús se da cabida a tres o cuatro o cinco…o mil para ser una sola carne? Jesús dice claramente que el matrimonio es entre dos personas que pasan a ser una sola persona, y esa es la norma del diseño original del matrimonio según Dios. La respuesta inmediata de los fariseos contra tal interpretación de Jesús fue aparentar ser muy “fieles” a la ley de Dios, por eso en el v.7 le dijeron a Jesús: “¿Por qué,  pues,  mandó Moisés darle carta de divorcio y repudiarla?”. Y la respuesta que Jesús les dio es lo que más nos interesa entender en este estudio (v.8): “Por la dureza de vuestro corazón,  Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres;  pero al principio no fue así”. Jesús les aclara que no hay ninguna contradicción entre Moisés y el principio general de Génesis 2:24; el verdadero problema del hombre caído es la dureza de su corazón, y Dios proveyó de algunas regulaciones en su ley para proteger a los más indefensos (las mujeres) porque es un Dios de misericordia mientras que llegaba el salvador a darnos un corazón de carne (Ezequiel 11:19-20 36:26-27; Jeremías 31:33). El verdadero creyente debe vivir según las normas del diseño original para el matrimonio porque ya no tiene excusa para tener dureza en su corazón, y definitivamente que para practicar la poligamia necesita tener un corazón endurecido contra la única esposa que Dios quiere que tenga.

XIII. El matrimonio según los apóstoles
Felizmente conforme fue avanzando la revelación de las escrituras para completar el nuevo testamento podemos verificar con certeza que los apóstoles según dejaron plasmadas sus instrucciones y testimonios en las cartas, siempre que hicieron alguna referencia hacia el matrimonio o hacia los casados lo hicieron en términos de monogamia, y esto pesa muchísimo contra todo lo que digan o argumenten los defensores de la poligamia, y además no debemos perder de vista que los escritos del nuevo testamento (o nuevo pacto) fueron inspirados por el Espíritu Santo y no puede ser casualidad que en el nuevo testamento esté prácticamente fuera de lugar la poligamia, y que en los escasos tres pasajes que se menciona (1 Tim 3:2, 12; Tit 1:6) es para descalificar a quien hubiera llegado en esa condición a la fe cristiana para formar parte del ministerio en la iglesia; y por otra parte un hecho contundente entre los apóstoles es que todos se casaron y hay referencia de que solo tenían una esposa (1 Corintios 9:5).

A continuación presentaré los principales pasajes en que los apóstoles dejaron instrucciones o principios matrimoniales y veremos la clara y contundente afirmación del matrimonio monógamo como lo natural y normal según los mandamientos de Dios.

El matrimonio según el apóstol Pedro
1Pe 3:1  “Asimismo vosotras,  mujeres,  estad sujetas a vuestros maridos, para que también los que no creen a la palabra sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,”
1Pe 3:7  “Vosotros,  maridos,  igualmente,  vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil y como a coherederas de la gracia de la vida,  para que vuestras oraciones no tengan estorbo.”
                           
Siempre que se hace referencia en plural como en el v.1 “…mujeres, estad sujetas a vuestros maridos…” es para dar a entender que cada mujer a su respectivo marido o cada marido a su respectiva esposa. Y en el v.7 vemos con claridad que Pedro en ningún momento da margen para la poligamia entre los cristianos, sino mas bien a que cada esposo viva sabiamente con su esposa comprendiendo su diseño como “vaso más frágil”, ¿Qué tiene en común esta instrucción de Pedro inspirada por el Espíritu Santo con las erróneas interpretaciones de los defensores de la poligamia?, ¿cómo van a cumplir tal norma para los esposos cristianos que su supone ya tienen un corazón regenerado al desear tener varias mujeres?

El matrimonio según el apóstol Pablo
El apóstol Pablo fue quien más instrucciones y principios dejó a cerca del matrimonio y debemos tomar muy en serio que él y los demás escritores de la Biblia fueron inspirados por el Espíritu Santo y sus instrucciones en ninguna manera contradicen a la ley de Dios (1 Cor 2:6-10; 2 Ped 1:19-21; 3:15-16; 1 Tes 2:13; Gal 1:11-12; Heb:1:1). Por razones de espacio y para no desviarnos del tema principal solo mostraré los pasajes que expresan alguna posición de cómo veía Pablo el matrimonio con respecto a cuántas mujeres cabían en un matrimonio cristiano para un hombre cristiano:
1Co 7:2  “Sin embargo,  por causa de las fornicaciones tenga cada uno su propia mujer,  y tenga cada una su propio marido.”
1Ts 4:4-5  “que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa  en santidad y honor, no en pasión desordenada,  como los gentiles que no conocen a Dios;”
Si aceptamos la inspiración de la Biblia incluyendo las cartas de Pablo y todo el nuevo testamento deberían bastar estas escrituras para que un cristiano entienda que la poligamia no entra en el diseño de Dios.

1Co 7:33  “pero el casado se preocupa por las cosas del mundo,  de cómo agradar a su mujer.”
Nuevamente en esta escritura Pablo hace referencia de que un casado se preocupa de cómo agradar a su (singular) mujer.

Efe 5:25  “Maridos,  amad a vuestras mujeres,  así como Cristo amó a la iglesia  y se entregó a sí mismo por ella,”
El diseño del matrimonio humano según Dios es una prefiguración del más santo matrimonio en el universo: Cristo con su esposa la Iglesia. No puede haber mejor ejemplo para un esposo cristiano que Cristo mismo para santificar esta honorable institución humana (Heb 13:4), y no cabe por ningún motivo en este modelo de matrimonio la poligamia, porque la monogamia no fue ninguna innovación, es el diseño original del matrimonio instituido por Dios en Gén 2:24 (ver Efe 5:31).

Efe 5:28  “Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos.  El que ama a su mujer,  a sí mismo se ama,”
Efe 5:33  “Por lo demás,  cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo;  y la mujer respete a su marido.”
Col 3:19  “Maridos,  amad a vuestras mujeres y no seáis ásperos con ellas.”
Nuevamente el mandamiento para el cristiano es amar a su esposa teniendo como ejemplo a Jesús.

Efe 5:31  “Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre,  se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne.”
Toda la instrucción para el matrimonio según Pablo armoniza con el diseño original de Dios, ¿De qué otra manera se puede entender este pasaje sin torcer la escritura?

La monogamia como un requisito indispensable para los pastores, ancianos y diáconos.
1Ti 3:2  “Pero es necesario que el obispo sea irreprochable,  marido de una sola mujer, sobrio,  prudente,  decoroso,  hospedador, apto para enseñar;”
1Ti 3:12  “Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien a sus hijos y sus casas,”
Tit 1:6  El anciano debe ser irreprochable, marido de una sola mujer, y que tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía.”

Comentario de Juan Calvino respecto al requisito de ser “marido de una sola mujer”
Respecto a estos tres pasajes clave en el tema me limitaré a citar una porción del “comentario de Juan Calvino  a la primera epístola pastoral de San Pablo a Timoteo”; por su lucidez y sabia interpretación bien fundamentada:
“Marido de una sola mujer. Es una fantasía pueril interpretar esto como significando "pastor de una sola iglesia". Generalmente, se ha aceptado más otra explicación: que el individuo separado para el oficio sea uno que no haya sido casado más de una sola vez, y que como la esposa está ya muerta, no es ahora casado. Pero tanto en este pasaje como en Tito 1:6, las palabras del Apóstol son: "Que sea", y no: "Que haya sido"; y en esta misma epístola, donde trata de las viudas (v. 10), él expresamente se vale de la partícula en el tiempo pasado. Además, en esta forma se podría contradecir a sí mismo; porque en otra parte declara que no tiene deseos de poner una trampa a la conciencia. La única y verdadera explicación, por lo tanto, es la de Crisóstomo, que condena la poligamia (Que condena que el obispo tenga dos esposas al mismo tiempo".), en los obispos, la cual en aquel tiempo era casi reconocida como legal entre los judíos. Esta corrupción fue adquirida por ellos en parte por una pecaminosa imitación de la conducta de los Patriarcas (pues los que leyeron que Abraham, Jacob, David y otros de la misma clase, estaban casados con varias mujeres al mismo tiempo, pensaron que era correcto para ellos hacer lo mismo), y en parte de las naciones circunvecinas; porque los habitantes del Oriente jamás observaron esa rectitud y fidelidad consecuentes en el matrimonio. Sea como fuere, la poligamia prevalecía entre ellos; (“La poligamia era una cosa muy común entre los judíos". y, por tanto, con sobrada razón Pablo manda que un obispo esté libre de esta mancha. Y con todo, yo no rechazo la opinión de aquellos que piensan que el Espíritu Santo se propuso ponerlos en guardia contra la diabólica superstición que poco después surgió; como si dijese: "Está muy lejos de ser correcto y propio que el celibato sea impuesto a los obispos, ya que el matrimonio es un estado altamente recomendable a todos los creyentes". En esta forma, Pablo no lo exigiría como una cosa necesaria para ellos, sino que le consideraría como inconsistente con la dignidad del oficio. Sin embargo, la opinión que ya he dado es más sencilla y más sólida: que Pablo prohíbe la poligamia en aquellos que tienen el cargo de obispos, porque es contraria a la castidad y la fidelidad conyugal.
Empero aquí podría objetarse, que lo que es pecaminoso en todos no debió haber sido condenado y prohibido sólo en los obispos. La respuesta es fácil. Cuando categóricamente se prohíbe a los obispos, no significa de ninguna manera que se permita libremente a los demás. Sin lugar a duda, Pablo condenó universalmente lo que era contrario a una ley de Dios no derogada; porque es un estatuto promulgado: "Y serán una sola carne" (Gen. 2:24). Más él podría, hasta cierto punto, tolerar en otros aquello que en un obispo hubiera sido excesivamente vil e imposible de tolerar. Tampoco establece aquí una ley para el futuro, de que ningún obispo, que ya tiene una esposa, se case con una segunda o tercera, mientras que la primera esté viva aún; sino que Pablo excluye del obispado a cualquiera que sea culpable de tal atrocidad. Por consiguiente, lo que ya se hizo una vez, y no puede ser corregido, él lo tolera con desgana, pero sólo en el pueblo común. Pues ¿cuál era el remedio para aquellos que, dentro del judaísmo, habían caído en la trampa de la poligamia? ¿Debían haberse divorciado de su segunda y tercera esposa? Tal divorcio no hubiera sido correcto. Entonces, ya que la cosa estaba hecha y no podía deshacerse, la pasó por alto, con la salvedad de que. Ningún obispo fuese denigrado con semejante baldón.”


El matrimonio según el apóstol Juan
Apo 19:7  “Gocémonos,  alegrémonos y démosle gloria, porque han llegado las bodas del Cordero y su esposa se ha preparado.”
Apo 21:2  “Y yo,  Juan,  vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo,  de parte de Dios,  ataviada como una esposa hermoseada para su esposo.”
Es sumamente interesante ver que Juan recibió por revelación una imagen similar a Pablo de Cristo como el esposo que vendrá algún día a reunirse con su esposa, y la imagen es totalmente monógama.

El matrimonio representa la unión de Cristo con su iglesia
Los apóstoles entendieron claramente la simbología del matrimonio como tipo de la unión de Cristo con su esposa que es la iglesia, al igual que los profetas en repetidas ocasiones usaron la analogía del matrimonio para representar a Dios como el esposo de su pueblo Israel. Pablo lo escribió que el matrimonio monógamo tal como fue establecido en Edén por Dios mismo encierra un gran misterio que nos deja comprender un poco mejor la unión de Cristo con la iglesia: “…Y los dos vendrán a ser una sola carne. Grande es este misterio…” (Efesios 5:31b-32a). Y el apóstol Juan recibió del mismo Señor Jesús una revelación impresionante del amor y fidelidad que Cristo como esposo tiene por su esposa la iglesia: “Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido vestirse de lino fino…” (Apocalipsis 19:7). Por eso los cristianos debemos rechazar y repudiar la poligamia como algo erróneo y pecaminoso porque nunca fue el plan original de Dios y además impide la verdadera comunión entre los esposos.

XIV. La inclinación bíblica hacia la monogamia como el estándar moral de Dios a lo largo de la Biblia

Importantes exhortaciones a vivir en monogamia
Por último y por razones de tiempo, y no porque sea exhaustivo comentaré algunos pasajes que de manera muy clara manifiestan una fuerte inclinación al matrimonio monógamo como el único que cumple con el diseño de Dios de acuerdo a Génesis 2:24:

El sumo sacerdote tenía una clara prohibición de ser polígamo.
Lev. 21:13-14:  "Tomará por esposa a una mujer virgen. “No tomará viuda,  ni repudiada,  ni infame ni ramera,  sino que tomará de su pueblo una virgen por mujer,”

El verdadero amor entre esposos solo puede ser monógamo
Prov. 5:18-19  “¡Sea bendito tu manantial y alégrate con la mujer de tu juventud, cierva amada,  graciosa gacela!  Que sus caricias te satisfagan en todo tiempo y recréate siempre en su amor.”
Sorprendentemente Salomón el gran polígamo, inspirado por el Espíritu Santo escribió estos versos en su juventud que claramente se conforman al verdadero compañerismo en el matrimonio monógamo.

Unos de los hombres más justos que han vivido en la tierra sabía que desear otra esposa era pecado
Job 31:1  "Hice pacto con mis ojos, ¿cómo,  pues,  había yo de mirar a una virgen?”
Es muy notable que estas palabras hayan sido pronunciadas por el hombre que en su tiempo fue a los ojos de Dios como el más justo de toda la tierra.

La poligamia refleja un problema en el corazón del hombre
Mat 5:27-28  "Oísteis que fue dicho: "No cometerás adulterio". Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla,  ya adulteró con ella en su corazón.”
Comparando el pasaje anterior de Job 31:1 con estas palabras de Jesús no podemos ignorar que para el hombre casado la poligamia es una piedra de tropiezo, además que la valorada fidelidad conyugal queda totalmente pisoteada al abrir su corazón a otras mujeres.

Los hombres más santos según la Biblia fueron monógamos
No podemos pasar por alto la abundante evidencia en la Biblia de que los hombres que demostraron más obediencia y santidad durante su vida fueron monógamos: Noé, Isaac, José, Moisés, Job, los apóstoles. Y es más notorio aún que de los hombres mencionados, Isaac, José y Job pudieron haber tenido fácilmente varias esposas si lo hubieran deseado por su posición social y económica sobresaliente, sin embargo no lo hicieron, y Job en especial reprueba moralmente el que un hombre casado siquiera mire con deseo a una soltera (Job 31:1).

XVI. Los frutos de la poligamia
Intentar sacar argumentos para la vigencia y aprobación bíblica de la poligamia en los textos que hablan del tema es un total contrasentido porque lejos de apoyar la poligamia nos dejan ver lo dañina que es. Jesús nos enseñó una manera simple pero efectiva para discernir si una doctrina o maestro es bueno: Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se cosechan uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así también, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el árbol bueno dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos” (Mateo 7:15-18).
Al estudiar los principales textos de la Biblia que describen familias polígamas siempre podemos encontrar frutos malos, y aunque también en los matrimonios monógamos se puedan dar cosas malas y perversas siempre es porque uno de los cónyuges o ambos son inconversos y practican el pecado, pero en las familias polígamas es diferente la situación porque la mayoría de las perversiones y daños son intrínsecos a la propia estructura familiar, los principales problemas que acarrea la poligamia son:

Incesto
Existen dos ejemplos claros de que es mucho más fácil que exista el incesto en una familia polígama que en una monógama:
Incesto entre una madrastra con un hijo de su esposo. Rubén el primogénito de Jacob sostuvo relaciones sexuales con Bilha concubina de su padre (Génesis 35:22; 49:4). El riesgo de incesto en la poligamia radica en el hecho de que al convivir varios hijos de diferentes madres y a la vez tener cercanía con otras mujeres de su padre es más fácil que se traspasen las barreras naturales del amor filial que Dios ha puesto en la naturaleza humana.
Incesto entre medios hermanos. Amnón hijo de David con Ahinoam (2 Samuel 3:2) violó a su media hermana Tamar hija de David con Maaca (2 Samuel 3:3; 1 Crónicas 3:9). Toda esta trágica historia se encuentra registrada en 2 Samuel 13:1-20), y nos deja ver que fue el mismo David en un acto de total imprudencia quien envió a su hija Tamar a servir a su otro hijo Amnón quien se fingió enfermo para poder estas a solas con ella en su recámara y así poder violarla, pero lo que quiero recalcar es que esta perversa acción por parte de Amnón hubiera sido muy improbable si Tamar fuera hermana de padre y madre.
Incesto de un hijo con varias concubinas de su padre. Absalón hijo de David aconsejado por Ahitofel sostuvo relaciones sexuales con las concubinas de su Padre (2 Samuel 16:21-22) que se habían quedado en el palacio tras la huida de David cuando Absalón conspiró contra su propio padre (2 Samuel 15). Esta maldad sobrepasó a lo imaginable para David porque su propio hijo tomó a sus concubinas en un perverso acto público.

Divorcio o repudio. Es mucho más fácil que el hombre repudie a alguna de sus mujeres en una relación polígama por la simple razón de que si tuvo un corazón tan duro como para no ser fiel a la mujer de su juventud, de igual manera será fácil para él repudiar a alguna de sus esposas o concubinas al hallar “algo indecente” en ellas según su “espíritu fariseo”, porque siempre puede estar reponiendo su harén con otra esposa más joven y bonita que la repudiada. La mente de Dios nunca ha cambiado, el sigue aborreciendo el repudio; y el repudio y la poligamia van de la mano: “…Porque Jehová es testigo entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto. ¿No hizo él un solo ser, que tiene aliento de vida? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud Malaquías 2:14-15).

Rivalidad y celos entre las esposas o concubinas. Al no ser la poligamia algo natural ni el diseño original de Dios, es casi seguro que habrá rivalidad, celos, competencia y enemistad entre algunas de las esposas y concubinas, así lo refleja la Biblia:
Abraham. Sara sostuvo grandes peleas y rivalidad con Agar (Génesis 16:4-5).
Jacob. Raquel y Lea dañaron gravemente su relación de hermanas y se volvieron rivales (Génesis 29 y 30).
Elcana. Tuvo dos esposas, la primera fue Ana que era estéril, y la segunda fue Penina que le dio hijos primero que Ana, por lo que se convirtió en rival de Ana y la afligía en gran manera al grado que Ana experimentó una profunda depresión (1 Samuel 1:1-7).

Preferencia por una de las esposas. El hombre no está diseñado para tener compañerismo y comunión con varias mujeres, ni la mujer está diseñada para tener competencia en ser “ayuda idónea”. El hombre siempre va a tener preferencia por alguna mujer en lugar de otra y eso es muy triste para la esposa que no goce de tal preferencia (ver más arriba La poligamia de Jacob).

Denigración de la mujer. La dignidad que Dios le dio a la mujer como compañera del hambre para sojuzgar la tierra a su lado como su “ayuda idónea” según Dios, y la dignificación que Cristo también le dio, es pisoteada cuando entra en una relación polígama, por los motivos que ya hemos explicado a lo largo de todo este estudio. Los hombres cristianos que están llamados para ser formados a la imagen de Cristo (Romanos 8:29) deben imitar la fidelidad, entrega, sacrificio, amor y pureza de Cristo para con su esposa que es la iglesia, de igual manera en sus matrimonios (Efesios 5:25-33).

Conclusión
Después de revisar todos los textos citados es más que contundente la evidencia bíblica de que la poligamia es una corrupción del diseño original de Dios para el matrimonio.
Sé que hay más escrituras que analizar y ya puedo escuchar las objeciones de los defensores de la poligamia, pero no pueden sostener su doctrina con la Biblia; sé que hay personas que han sido adoctrinadas y engañadas que desean conocer la verdad de la Palabra de Dios respecto al tema, que al analizar este estudio pueden recapacitar, abrir los ojos de su entendimiento, arrepentirse y corregir el rumbo, pero también sé que hay lobos rapaces que tergiversan la Biblia para destruir al rebaño y no les interesa la verdad, por lo que ruego a Dios y al Señor Jesús que esta breve investigación traiga algo de luz contra la oscuridad de la ignorancia y el error que predominan en el mundo en estos tiempos finales; y también espero que sirva para evitar los terribles estragos personales y sociales que pueden llegar a sufrir las mujeres cristianas por la ignorancia en este tema tan importante.


[1] La poligamia técnicamente quiere decir simplemente el casarse con más de una sola persona. En la Biblia se observa o se habla de las siguientes formas de poligamia: la poligamia concurrente, la poligamia consecutiva mortal (un viudo se vuelve a casar), y la poligamia consecutiva no mortal (divorcio y recasamiento). La poligamia concurrente es la que más interesa aquí, siendo la más problemática de defender bíblicamente y la más debatida de todas. La poligamia concurrente en el Antiguo Testamento fue pecado desde el principio de la creación, aunque fue practicado en ciertos casos, al igual que otros tipos de pecado, porque va en contra de la naturaleza de Dios según su revelación para todos en la creación.

[2] Todas las referencias de la Biblia son tomadas de la versión Reina Valera 1960, a menos que se indique lo contrario.

5 comentarios:

  1. muy bueno pastor es excelente estudio gloria a Dios

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  2. Que conclusión de la poligamia tan descabellada. Ustedes mismos se cortan con la Palabra. La poligamia es bendecida por el Señor, los problemas acontecidos en los matrimonios plurales como en la Biblia son para nuestro aprendizaje, no es evidencia para decir que la poligamia es corrupción, eso es una conclusión de dogmas y religión con pocas pruebas segun Las Escrituras. Fué la iglesia por medio del Vaticano quién se opuso a la poligamia, instaurando su doctrina falsa, diabolica y romana, le hicieron la guerra a reyes en europa y naciones árabes también por eso. En el principio El Señor le dió al hombre una mujer,sí, pero posterior a eso al hombre se le permitió tomar mas de una esposa, El Señor NUNCA condenó la poligamia, pues al contrario las aprobaba y la sigue aprobando, lo que el Señor cuestionó era la actitud de algunas mujeres y hombres santos que hicieron cosas que quebrantaron la Ley Divina, no poligamia. David fué disciplinado por tomar la mujer de otro varón, una mujer ajena. ¿En que parte del antiguo pacto dice que al Rey David el Señor mismo le recriminó las esposas y concubinas que tenía? El fué cuestionado por tomar una mujer que no era de el. El Rey Salomón tuvo varias esposas. ¿Cual fué su caida? tomar mujeres "extranjeras", la Biblia no dice que el fue castigado por ser un "poligamo" y por no andar derechito como un moralista de hoy en día, el fué disciplinado por tomar mujeres fuera del pacto que el Señor tenía con israel, no eran mujeres santas. Jesús habló del buen esposo que desposaba 5 virgenes prudentes, pues en esos tiempos en Israel se practicaba la poligamia, por lo tanto estoy seguro que la poligamia no es penada, lo condena la sociedad, el mundo, pero el Señor bendice a un hombre con una o mas esposas, y quien predique lo contrario está ebrio del vino de unas de las iglesias más perversas de la historia de la humanidad: El Vaticano, Roma. Saludos!

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  3. Que Dios le bendiga. Amado, pienso, creo y afirmo teniendo la Santas Escrituras en mi mente y en mi corazón, que usted esta en un error porque Abraham en ningún momento fue poligamo pues el no se caso con Agar, lo que si fue un hombre anciano con pasiones carnales como nosotros los hombres de hoy en día, que sin saberlo cayo en adulterio y lo hizo porque no había Ley sobre ello. MINISTERIO INTERNACIONAL EMANUEL MIE.

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  4. Estudiando este tema a la luz de la Biblia, he llegado a la conclusión de que la poligamia no está censurada por Dios. Todo lo que Dios habla de maldad se centra en la idolatría y la perversión y está claro todo alli en la Biblia. El asunto está en averiguar en dónde dentro de las sociedades humanas se anulo la poligamia por asunto del poder económico y las herencias.

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