LA POLIGAMIA SEGÚN LA BIBLIA
Daniel Solis
“Mi pueblo es destruido por falta de
conocimiento…”
Oseas 4:6a
Contenido del estudio:
I. Introducción.
I. Introducción.
II. La institución del matrimonio en el mundo fue
monógama.
Génesis 2:18 No es bueno que el hombre esté solo: el compañerismo
de los esposos monógamos
Génesis 2:24 Se unirá a su mujer ¡no a sus mujeres!
Una sola carne: Dos se convierten en uno
Génesis 2:25. La desnudez: limitada a la intimidad de la
pareja monógama
III. La relación matrimonial después del pecado.
Génesis 3:16b Abuso de autoridad del hombre y rebeldía de
la mujer en el matrimonio
IV. La introducción de la poligamia en el mundo.
V. Génesis 6:1-3 La situación matrimonial poco antes del
primer juicio mundial.
VI. El periodo desde Noé hasta Abraham: predominio de la
monogamia.
VII. La poligamia de Abraham.
Génesis 16:1-6 Una terrible decisión
Génesis 21:8-12 La poligamia de Abraham es terminada por
mandato divino
Génesis 25:1-6 Abraham no volvió a ser polígamo
VIII. La poligamia de Jacob.
La poligamia de Jacob fue una concesión y un engaño
La poligamia siempre causa alguna rivalidad entre las
esposas
La poligamia
potencializa el riesgo de incesto y endogamia
IX. La poligamia de David.
2 Samuel 3:2-5 No es un elogio para David
2 Samuel 5:13-16 Una
clara desobediencia de David contra Deuteronomio 17:17
Comentario de
Matthew Henry a cerca de la poligamia de David
X. La poligamia de Salomón.
La poligamia de Salomón ayudó a la caída y división del
reino de Israel unificado
Comentario de John MacArthur a 1 Reyes 11:1-6
Comentario de Matthew Henry a 1 Reyes 11:1-6
XI. La poligamia en la ley de Dios.
La poligamia en Éxodo 21:7-11
La poligamia en Deuteronomio 21:15-17
XII. La poligamia en el nuevo testamento.
Jesús y la ley
Jesús y el matrimonio
XIII. El matrimonio según los apóstoles.
El matrimonio según el apóstol Pedro
El matrimonio según el apóstol Pablo
La monogamia
como un requisito indispensable para los pastores, ancianos y diáconos.
Comentario de
Juan Calvino respecto al requisito de ser “marido de una sola mujer”
El matrimonio según el apóstol Juan
El matrimonio representa la unión de Cristo con su
iglesia
XIV. La inclinación bíblica hacia la monogamia como el
estándar moral de Dios a lo largo de la Biblia.
Importantes exhortaciones a vivir en
monogamia
El sumo
sacerdote tenía una clara prohibición de ser polígamo.
El verdadero
amor entre esposos solo puede ser monógamo
Unos de los hombres más justos que han vivido en la tierra sabía que
desear otra esposa era pecado
La poligamia
refleja un problema en el corazón del hombre
Los hombres más santos según la Biblia
fueron monógamos
XVI. Los frutos de la poligamia.
Incesto.
Divorcio o repudio.
Rivalidad y celos entre las esposas o concubinas.
Preferencia por una de las esposas.
Denigración de la mujer.
Conclusión
I. Introducción
Es sabido que entre algunas congregaciones mormonas y
entre algunas sectas de apariencia cristiana la poligamia[1]
ha sido aceptada desde hace más de un siglo (principalmente en los Estados
Unidos), y más recientemente ha tomado fuerza entre algunos grupos cristianos la
idea de que la poligamia tal y como se practicó según los registros bíblicos del
antiguo testamento debe ser totalmente permitida para los cristianos hoy en día,
incluso han llegado al extremo de afirmar que la familia polígama se encontraba
en el diseño original de Dios para el matrimonio, y que además los males
sociales que vemos hoy en día como: homosexualidad, adulterio, fornicación,
prostitución, incesto, madres solteras, etc., se deben a la prohibición de la
poligamia en los países occidentales, o sea que según los defensores de la
poligamia si se promueve y se permite esta forma de familia se acabarán estas
corrupciones sociales, parece una correlación muy sencilla, pero ¿será correcta?
Se han incrementado
los casos de supuestos pastores y líderes cristianos que al abrigo de lo que
según ellos es completamente normal en la Biblia llevan vidas desenfrenadas y
promiscuas dando rienda suelta a sus perversiones sexuales dañando la vida de
muchas jovencitas solteras y mujeres separadas escudándose en que lo que hacen
no tiene nada de inmoral y que además es “bíblico”, trayendo gran turbación y
confusión al pueblo de Dios, y haciendo que aún los incrédulos se escandalicen
de sus acciones y que el nombre de Dios sea blasfemado.
Por eso es
indispensable que todo cristiano tenga más conocimiento de lo que Dios en su
moral y ética aprueba respecto al matrimonio. Mi
propósito es hacer un análisis expositivo de los principales pasajes en la
escritura que tratan dicho tema para que sea la Biblia la que hable por si
misma, ya que los argumentos que he leído de los autores y promotores de la
poligamia “bíblica” son bastante engañosos para el creyente no entrenado en
principios y reglas de interpretación de los pasajes bíblicos, su hermenéutica
deja mucho que desear, y además omiten pasajes muy importantes que defienden el
matrimonio monógamo como la opción bíblica conforme al diseño original de Dios.
II. La institución
del matrimonio en el mundo fue monógama.
En Génesis 2:18, 24 y 25[2],
están revelados los fundamentos del matrimonio tal y como Dios lo diseñó, esta
es la base y ley para todo matrimonio y de estos versículos se debe partir para
cualquier opinión a del mismo:
Génesis 2:18 Y el
SEÑOR Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea.
Génesis
2:24 Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su
mujer, y serán una sola carne.
Génesis
2:25 Y estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, y no se avergonzaban.
Génesis 2:18 No es
bueno que el hombre esté solo: el compañerismo de los esposos monógamos
Primero, partiendo de Gen 2:18 se debe tener en cuenta
que Dios instituyó el matrimonio porque en su infinita sabiduría vio que no “es bueno que el hombre esté solo”, y
aunque no es la única razón y propósito para el matrimonio, es innegable que
esta es la primera causa para el matrimonio: El matrimonio fue inventado por Dios para llenar una necesidad de
compañerismo en el hombre y la mujer, y para
que a su vez ambos pudieran llevar a cabo el plan de sojuzgar la tierra, y solo
Dios mismo por el beneficio de su reino en ocasiones hace la excepción a la
regla de que el hombre se case, supliéndole de manera especial esa necesidad de
compañía, llamando a algunos hombres y mujeres a la soltería ininterrumpida (ver Mateo 19:11-12, 1
Corintios 7:7). Por lo tanto, comenzando con este versículo podemos entender
que el matrimonio debe ser una fuente de compañerismo íntimo entre dos
personas, esto también se entiende por la afirmación que hace Dios
mismo: “le haré una ayuda idónea”, la palabra hebrea para “ayuda” es ezer que se
deriva de una raíz cuyo significado puede ser: rodear, circundar, o ayudar; y la palabra “idónea” es négued que significa: contraparte
(Strong). Es decir la mujer es la contraparte del hombre para su perfecto complemento.
Génesis 2:24 Se unirá
a su mujer ¡no a sus mujeres!
En Génesis 2:24 Dios establece las bases para la
institución matrimonial. Dios tuvo el
cuidado de establecer parámetros claros y bien definidos para evitar que esta
primera institución humana y de la cual se sostiene todo el orden social y
cultural sea reinventada o suprimida según filosofías humanas.
Primero debemos tener una respuesta clara a la siguiente
pregunta: ¿Qué hace que un matrimonio sea
legítimo? En este pasaje encontramos los fundamentos legales de un
matrimonio, y lo medular es la ordenanza “se unirá a su mujer”, y aunque está primero
como requisito el “dejará el hombre a su padre y a su madre”, esta no es la
medula de la institución matrimonial, ya que a lo largo de la Biblia se muestra
el matrimonio como un pacto de unidad, es decir de compañía de por vida (Malaquías
2:14, Proverbios 2:17; 5:18). Y tanto la palabra hebrea (dábac) como la griega
(proskolao) usada en Mateo 19:5 para “unir” se refieren al mismo principio: adherir
(Strong), “adherirse como con pegamento”,
es decir una unión inseparable, que si alguien la separa los dos serán dañados.
Entonces podemos entender que la base
del matrimonio es la unidad por medio de un pacto, y es por esta misma
razón que hay evidencia suficiente en la Biblia para afirmar que el matrimonio
no se realiza por la mera unión sexual, ni por la mera unión libre (dejar a los
padres para unirse a una mujer cuando no hay un pacto de por medio). Un ejemplo
de porque las relaciones sexuales no hacen por si solas un matrimonio legítimo lo
podemos ver en Deuteronomio 22:28-29 y Éxodo 22:16-17, y también en el pacto
matrimonial de José y María madre de Jesús (Mateo 1:18-19), ya que la Biblia es
clara en informar que no habían tenido relaciones íntimas antes de la boda y ya
estaban desposados, y legalmente ya se
consideraban esposos, por eso cuando una mujer desposada cometía
infidelidad se le acusaba de adulterio, aún antes de la boda.
Una sola carne: Dos
se convierten en uno
Este fundamento del matrimonio es un principio que se ha
prestado a mucha malinterpretación por los defensores de la poligamia y
requiere una explicación aparte. Primero está claro que el llegar a ser una
sola carne implica forzosamente la relación sexual, y que como ya dijimos antes
la mera unión sexual no hace legítimo el matrimonio, pero la unión sexual es
una consecuencia natural y sana de la expresión del principio de adherencia e
intimidad en el matrimonio, por eso la abstinencia prolongada o definitiva de
relaciones sexuales está prohibida para los casados, salvo casos de enfermedad.
Una segunda observación es que la
plenitud de llegar a ser una sola carne está reservada solo para el matrimonio
entre un hombre y una sola mujer, porque el significado de “ser una sola
carne” es pasar a ser “una sola persona”, y esto está
claro por la palabra hebrea para carne que es “basar”, que su significado más acertado es “persona” (Strong), es decir, todas
las uniones sexuales que se salen de este pacto de compañía son corrupciones de
este principio: Prostitución, adulterio, toda forma de fornicación, concubinato
y poligamia. Entonces ¿cómo podemos explicar la advertencia del apóstol
Pablo en 1 Corintios 6:16 de que si uno se une a una prostituta se hace un solo
cuerpo con ella? No es tan difícil como lo hacen parecer los defensores de la
poligamia, porque según ellos se puede llegar a “ser una sola carne” con varias
esposas simultáneamente. Primero hay que entender el contexto, ¿cuál es la
problemática que está tratando Pablo? Es claro que Pablo está refutando una
idea corrupta de la verdadera libertad y gracia en Cristo (1 Cor 6:12) de las
cuales Pablo les había enseñado, esto por su entorno pagano, que los llevó a
creer de acuerdo al gnosticismo que así como el comer es una necesidad biológica
del estomago, el satisfacer los deseos sexuales era una necesidad meramente
biológica y no tendría repercusiones más allá de una simple unión corporal (1
Cor 6:13), por eso en el v.15 Pablo hace referencia a la unión entre el
creyente y Cristo, de cómo al estar en comunión con Jesús, nuestro miso cuerpo
(miembros) pasan a estar unidos a Cristo, y esto da el entendimiento de porque
Pablo hace referencia a “…serán una sola carne”, parafraseando a Pablo diríamos: “¿Vas a
retirar tus miembros (tu ser) de Cristo y los vas a unir a una ramera?”, “¿Qué
no conoces el principio en la escritura de que Dios hace que en la unión sexual
haya una involucración en todos los sentidos, mucho más allá de un mero coito,
de lo peligroso que es unirte a una prostituta?” Pero ¡nunca! Pablo está
diciendo que si un hombre se une a cualquier mujer: prostituta, segunda esposa
simultánea, esposa ajena, por mencionar algunos ejemplos; que estas uniones
cumplan el diseño establecido por Dios de ser una sola carne. Pablo está
haciendo una advertencia, no estableciendo un principio de lo que significa ser
“una sola carne”.
Génesis 2:25. La
desnudez: limitada a la intimidad de la pareja monógama
Es importante notar que inmediatamente después de
establecer las bases del matrimonio Dios agrega una afirmación de que “…estaban
ambos desnudos…y no se avergonzaban.” Es claro que gozaban de esta apertura y
confianza porque no había pecado en el mundo, pero en este pasaje hay otros
factores que atañen al tema de la poligamia. Se nos deja ver que entre ellos
dos no había nada que esconder, es decir, su relación era tan pura que podían
estar desnudos sin esconder nada físicamente, emocionalmente, intelectualmente
y espiritualmente que pudiera avergonzarles. Pero el pecado distorsionó todo
esto y ahora sí que es difícil alcanzar esa libertad y confianza entre la
pareja, toda pareja debe luchar contra el egoísmo, la falta de sinceridad, el
temor a ser desaprobados al descubrir nuestros más íntimos sentimientos, los
malentendidos, etc. ¡Por eso es un error la poligamia!, no hay registro alguno
ni sugerencia de que Adán haya tomado más mujeres aparte de Eva ni siquiera
después de haber pecado ¿Cómo va una
mujer a abrirse ante un hombre o viceversa, y a tratar de desnudarse en todo su
ser si su relación no es exclusiva?, ¿Existirá un hombre en la tierra tan puro que sea incapaz de preferir
en intimidad a una esposa en lugar de otra, aunque sea solo de pensamiento?
III. La relación
matrimonial después del pecado
Es un hecho irrefutable que la relación matrimonial de
Adán y Eva y de todos sus descendientes se iba a ver afectada gravemente por
los efectos destructivos del pecado.
Génesis 3:16b Abuso
de autoridad del hombre y rebeldía de la mujer en el matrimonio
“…tu deseo será para
tu marido, y él tendrá dominio sobre ti” (NVI).
Veamos qué significa esta sanción:
Primero hay que tener en cuenta que se trata de una
sanción, que incluye una predicción negativa hacia la mujer, y en parte hacia
el hombre con respecto al punto de comparación de su anterior situación antes
de haber pecado, ¿Pero, a que se refiere concretamente? Antes del pecado la relación entre Adán y Eva estaba libre de conflicto,
y su relación no incluía ningún tipo de competencia ni abuso, pero después del
pecado las mujeres tratarían de dominar a los hombres, pero los hombres iban a
enseñorearse de las mujeres por decreto divino, porque de lo contrario todo
sería peor, pero en ningún momento estuvo en el plan de Dios que el hombre se
enseñoreara sobre la mujer, esto fue una consecuencia directa del pecado en el
mundo, ¿cómo podemos saber que esta es la interpretación correcta?, porque en
Génesis 4:7, unas líneas más adelante se usan las mismas palabras para la
advertencia que Dios hace a Caín con respecto al pecado en su vida, “…el pecado
yace a la puerta y te codicia, pero tú debes dominarlo.” La palabra usada para
“tu deseo será” es teshucá, que
significa: anhelo, deseo o estirarse hacia algo (Strong), que son los
significados más probables en ambos
pasajes, y la palabra usada para “dominar” es mashal, que significa gobernar, enseñorearse o apoderarse. Por lo tanto hay muy fuerte evidencia de
que esta sanción traería consecuencias negativas contra la mujer en su relación
matrimonial, por eso no es incorrecto afirmar que las relaciones que distorsionan
la relación original del matrimonio como Dios lo diseñó tienen su causa en el
pecado: el concubinato, la poligamia, y el repudio (divorcio) son consecuencias
de esa maldición.
IV. La introducción
de la poligamia en el mundo
Es claro que el escritor de Génesis (Moisés, de quién por
cierto no hay evidencia de que haya practicado la poligamia, como lo afirman
algunos indoctos), quiere hacer notar o resaltar algo en el relato, ya que a lo
largo de su narración está dando información de los descendientes de Caín, el
primer homicida, y al llegar a Lamec toma la pausa para informar que “tomó para sí dos mujeres…”, no hay
razón válida de porque Lamec tomó tal decisión, ni tampoco se está aprobando su
decisión, ni condenando directamente, pero algo está muy claro y es que se
quiere hacer notar que este suceso era inusual, y esto lo puedo argumentar con
fuerte evidencia porque en el siguiente pasaje (Gen 5), donde se narran las
genealogías de Set, tercer hijo varón de Adán, no hay evidencia ni vestigio
alguno de que sus descendientes practicaran la poligamia, y sí se resalta que
Set y su descendencia habían rectificado su relación con Dios (Gen 4:26), como
si hubiera vuelto a comenzar la creación (Gen 5:1-2); y por si no fuera
suficiente el argumento, es un hecho contundente que Noé, último descendiente
de Set antes de la destrucción del mundo antediluviano, fue monógamo (Gen 6:18)
conforme a la ley de Dios para el matrimonio de Génesis 2:24. Un último
comentario de este pasaje acerca de Lamec: no pretendo argumentar que porque
Lamec fue un asesino despiadado por eso se convirtió en el primer polígamo, el problema radica en que la poligamia es
una idea de la carne, y sorprendentemente casi siempre aparece la violencia
relacionada con la poligamia, e independientemente de cuanto se practicó y
quienes (aún algunos de los patriarcas), no hay evidencia hasta aquí de que esa
forma de familia estuviera en el diseño perfecto de Dios.
V. Génesis 6:1-3 La
situación matrimonial poco antes del primer juicio mundial.
Gén 6:1 Y aconteció que cuando los hombres comenzaron
a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas,
Gén
6:2 los hijos de Dios vieron que las
hijas de los hombres eran hermosas, y tomaron para sí mujeres de entre todas
las que les gustaban.
Gén
6:3 Entonces el SEÑOR dijo: No
contenderá mi Espíritu para siempre con el hombre, porque ciertamente él es
carne. Serán, pues, sus días ciento veinte años.
No pretendo hacer una interpretación completa de este
pasaje, sé que es difícil y no es el objetivo de este estudio demostrar quienes
son los llamados “hijos de Dios” (Los Ben Elohim), pero independientemente de
lo que signifique: a) Que los hijos de Dios sean ángeles (lo menos probable),
b) Que los hijos de Dios sean reyes que tomaron harenes para ellos, o c) Que
sean los descendientes de Set (lo más probable), muestra algo que si es claro;
ellos cometieron una acción que desagradó por completo a Dios, y tenía que ver
con una decisión en sus deseos sexuales desenfrenados, qué hicieron exactamente
nadie lo sabe, ¿tomaron varias esposas?, ¿se unieron en matrimonios prohibidos
por Dios?, ¿se dejaron llevar solo por un impulso carnal y desenfrenado?, lo
que haya sido nos deja ver muy claro que no tenía nada que ver con la unión
diseñada por Dios para el matrimonio según Génesis 2:24, y Dios tuvo que
intervenir de manera drástica, y en mi opinión la opción “c” es la más apegada
al contexto porque la descendencia de Set se había mantenido en los caminos de
Dios, hasta que al corromperse traerían inevitablemente la descomposición del
orden creado, y esta corrupción está ligada al matrimonio, y se anularía lo
único que podía mantener a salvo el mundo antediluviano: una descendencia
piadosa (ver Malaquías 2:15). Si se
anula la familia como Dios la diseñó se anula una descendencia piadosa. Porque
el matrimonio debe ser para los hijos un ejemplo gráfico de la comunión entre
Cristo (Dios) y su esposa (la iglesia), ver Efesios 5:21-31.
VI. El periodo desde
Noé hasta Abraham: predominio de la monogamia
En Génesis capítulos 9 al 11 podemos encontrar que Noé y
sus hijos recibieron la confirmación del
pacto de Dios, y dentro de este, la orden de volver a llenar la tierra, y es
muy interesante ver que ni Noé, ni sus hijos, ni sus descendientes al menos en
la línea de Sem hasta Taré (Génesis 11:10-26) tuvieron que ejercer la poligamia
para cumplir este mandato del pacto, lo cual nos da evidencia de que no era necesaria la poligamia ni siquiera
para la urgente e indispensable misión de repoblar la tierra.
VII. La poligamia de
Abraham
Génesis 16:1-6 Una
terrible decisión
Gén 16:1 Y Sarai, mujer de Abram, no le había dado a
luz hijo alguno;
y tenía ella una sierva egipcia que se llamaba Agar.
Gén
16:2 Entonces Sarai dijo a Abram: He
aquí que el SEÑOR me ha impedido tener hijos.
Llégate, te ruego, a mi sierva; quizá por medio de ella yo tenga hijos. Y Abram
escuchó la voz de Sarai.
Gén
16:3 Y al cabo de diez años de habitar
Abram en la tierra de Canaán, Sarai, mujer de Abram, tomó a su sierva Agar la
egipcia, y se la dio a su marido Abram por mujer.
Gén
16:4 Y él se llegó a Agar, y ella
concibió; y cuando ella vio que había concebido, miraba con desprecio a su
señora.
Gén
16:5 Y Sarai dijo a Abram: Recaiga sobre
ti mi agravio. Yo entregué a mi sierva en tus brazos; pero cuando ella vio que
había concebido, me miró con desprecio. Juzgue el SEÑOR entre tú y yo.
Gén
16:6 Pero Abram dijo a Sarai: Mira, tu
sierva está bajo tu poder; haz con ella lo que mejor te parezca. Y Sarai la
trató muy mal y ella huyó de su presencia.
En este pasaje podemos ver claramente que Abraham “el primer
patriarca” y padre de la fe practicó la poligamia no por designio divino sino
por la incredulidad de Sarai y por la aplicación de la sabiduría humana en contra
de la sabiduría divina. Los estragos de
su error se dejaron sentir de manera inmediata, y los seguimos viendo hasta
nuestros días porque es claro que los musulmanes descendientes de Ismael
reclaman su derecho a la primogenitura contra Isaac, e incluso creen que el
hijo que ofreció Abraham en sacrificio fue Ismael y no Isaac.
Es cierto que para su época se usaba esa costumbre cuando
la esposa era estéril (código de Hamurabi), pero no era la regla, y siempre la
concubina (sierva), que en realidad estaba bajo posesión de la esposa, quedaba
en un rango inferior. A la luz de lo que hemos analizado en los pasajes
anteriores cabe hacer la pregunta: ¿Estas costumbres se asemejan en algo al
diseño original de Dios para el matrimonio?, ¿Cumplen en alguna medida el pacto
de compañía establecido por Dios?
Luego, en cuanto a los estragos amargos de tal decisión
cabe agregar que al Espíritu Santo le plació ser lo bastante claro al revelar
estos detalles en la escritura, ¿No
basta con ver el potencial de conflicto y daño familiar que son intrínsecos a
la poligamia como para verla con gran recelo aún en tiempos de la humanidad en
que carecían de la luz de Jesús?, ¿cuánto más ahora?
Génesis 21:8-12 La
poligamia de Abraham es terminada por mandato divino
Gén 21:9 Y Sara vio al hijo que Agar la egipcia le
había dado a luz a Abraham burlándose de su hijo Isaac,
Gén
21:10 y dijo a Abraham: Echa fuera a
esta sierva y a su hijo, porque el hijo de esta sierva no ha de ser heredero
juntamente con mi hijo Isaac.
Gén
21:11 Y el asunto angustió a Abraham en
gran manera por tratarse de su hijo.
Gén 21:12 Mas Dios dijo a Abraham: No te angusties por
el muchacho ni por tu sierva; presta atención a todo lo que Sara te diga,
porque por Isaac será llamada tu descendencia.
En este pasaje vemos el desenlace final de la relación
polígama iniciada por Abraham, y nos deja ver muy claramente la desaprobación
de Dios en tal decisión. La relación familiar de estos medios hermanos nunca
fue buena, no porque fueran medios hermanos, sino por tener un mismo padre que
no trataba igual a sus respectivas madres. ¿Tendría Ismael alguna envidia o
rencor reforzados por la desigualdad y trato que pudo haber tenido Abraham para
con su madre como concubina, siendo que él era el primogénito en la carne, pero
su medio hermano el primogénito por la promesa? (ver Gálatas 4:23). Y aunque
Abraham se angustió porque era un hombre justo y sabía lo que implicaba el
echar fuera a la concubina según la petición de Sara, seguramente el más
sorprendido fue él mismo, al recibir el designio divino de echarla fuera, Dios
no iba a cambiar su perfecto plan de redención por un hijo que competiría
contra el hijo de la promesa. En fin, nuevamente vemos que Dios no promovió
este caso de poligamia (o más preciso concubinato), y que el potencial de conflicto y daño familiar en las relaciones polígamas
se extiende también a los hijos como medios hermanos cuando conviven
simultáneamente sus madres con el mismo esposo.
Génesis 25:1-6
Abraham no volvió a ser polígamo
Gén 25:1 Abraham volvió a tomar mujer, y su nombre era Cetura.
Gén
25:2 Y ella le dio a luz a Zimram, a
Jocsán, a Medán, a Madián, a Isbac y a Súa.
Gén
25:3 Jocsán engendró a Seba y a Dedán. Y
los hijos de Dedán fueron Asurim, Letusim y Leumim.
Gén
25:4 Y los hijos de Madián fueron Efa, Efer, Hanoc, Abida y
Elda. Todos estos fueron los
hijos de Cetura.
Gén
25:5 Abraham dio a Isaac todo lo que
poseía;
Gén 25:6 y a los hijos de sus concubinas Abraham les
dio regalos, viviendo aún él, y los envió lejos de su hijo Isaac
hacia el este, a la tierra del oriente.
Se ha querido usar el ejemplo de Cetura concubina de
Abraham para reafirmar que era lo más común
que se practicaba y que Abraham era un claro polígamo, pero hay que
tener en cuenta que cuando Abraham toma a Cetura el estaba viudo, y nunca más
en la Biblia se menciona que haya vuelto a tener dos mujeres de manera simultánea.
Y lo más interesante es que los v. 5 y 6 muestran la clara distinción que
Abraham hizo entre su hijo Isaac y los demás hijos de sus concubinas Agar y
Cetura.
VIII. La poligamia de
Jacob
Génesis capítulos 29
y 30
Gén
29:18 Jacob amó a Raquel, y dijo:
--Yo te serviré siete años por Raquel,
tu hija menor. Gén 29:19 Labán
respondió: --Mejor es dártela a ti que
a otro hombre; quédate conmigo. Gén
29:20 Así sirvió Jacob siete años por Raquel;
y le parecieron como pocos días,
porque la amaba. Gén 29:21 Un día
dijo Jacob a Labán: --Dame mi
mujer, porque se ha cumplido el plazo
para unirme a ella. Gén 29:22 Entonces
Labán juntó a todos los hombres de aquel lugar y ofreció un banquete. Gén
29:23 Pero sucedió que al llegar la
noche tomó a su hija Lea y se la trajo;
y Jacob se llegó a ella. Gén 29:24
Labán dio además su sierva Zilpa a su hija Lea por criada. Gén
29:25 Cuando llegó la mañana, Jacob vio que era Lea, y dijo a Labán: --¿Qué es esto que me has hecho? ¿No te he servido por Raquel? ¿Por qué,
pues, me has engañado? Gén
29:26 Labán respondió: --No es costumbre en nuestro lugar que se dé
la menor antes de la mayor. Gén 29:27
Cumple la semana de esta, y se te
dará también la otra por el servicio que
me prestes otros siete años. Gén 29:28
Así lo hizo Jacob. Cumplió
aquella semana y él le dio a su hija Raquel por mujer. Gén 29:29 Asimismo,
Labán dio su sierva Bilha a su hija Raquel por criada. Gén 29:30 Jacob se llegó también a Raquel, y la amó más que a Lea; y sirvió a Labán aún otros siete años. Gén
29:31 Vio Jehová que Lea era menospreciada, y le dio hijos; en cambio Raquel era estéril. Gén 29:32 Concibió Lea y dio a luz un hijo, y le puso por nombre Rubén, porque dijo:
"Ha mirado Jehová mi aflicción:
ahora me amará mi marido". Gén 29:33 Concibió otra vez y dio a luz un hijo, y dijo:
"Por cuanto oyó Jehová que yo era menospreciada, me ha dado también este". Y le puso por nombre Simeón. Gén 29:34 Concibió otra vez y dio a luz un hijo, y dijo:
"Desde ahora se unirá mi marido conmigo, porque le he dado a luz tres
hijos". Por tanto, le puso por nombre Leví. Gén 29:35 Concibió otra vez y dio a luz un hijo, y dijo:
"Esta vez alabaré a Jehová";
por esto llamó su nombre Judá. Y
dejó de dar a luz. Gén 30:1 Al
ver Raquel que no daba hijos a Jacob tuvo envidia de su hermana, y dijo a Jacob: --Dame hijos,
o si no, me muero. Gén 30:2 Jacob se enojó con Raquel y le dijo: --¿Soy yo acaso Dios, que te ha negado el fruto de tu vientre? Gén
30:3 Entonces ella le dijo: --Aquí está mi sierva Bilha; llégate a ella, y que dé a luz sobre mis rodillas. Así yo también tendré hijos de ella. Gén
30:4 Le dio a Bilha, su sierva,
por mujer, y Jacob se llegó a
ella. Gén 30:5 Bilha concibió y dio a
luz un hijo a Jacob. Gén 30:6 Dijo
entonces Raquel: "Me juzgó
Dios, pues ha oído mi voz y me ha dado
un hijo". Por tanto, llamó su nombre Dan. Gén 30:7 Concibió otra vez Bilha, la sierva de Raquel, y dio a luz un segundo hijo a Jacob. Gén
30:8 Y dijo Raquel: "En contienda de Dios he luchado con mi hermana y he
vencido". Le puso por nombre
Neftalí. Gén 30:9 Al ver Lea que había
dejado de dar a luz, tomó a su sierva
Zilpa, y la dio a Jacob por mujer. Gén
30:10 Y Zilpa, sierva de Lea, dio a luz un hijo a Jacob. Gén 30:11 Entonces dijo Lea: "Vino la ventura"; y le puso por nombre Gad. Gén 30:12 Luego Zilpa,
la sierva de Lea, dio a luz otro
hijo a Jacob. Gén 30:13 Y dijo Lea: "Para dicha mía, porque las mujeres me llamarán dichosa"; y le puso por nombre Aser. Gén 30:14 En el tiempo de la siega del trigo halló
Rubén en el campo unas mandrágoras que
trajo a Lea, su madre. Y dijo Raquel a Lea: --Te
ruego que me des de las mandrágoras de tu hijo. Gén 30:15 Ella respondió: --¿Te parece poco que hayas tomado mi
marido, para que también quieras
llevarte las mandrágoras de mi hijo?
Raquel dijo: --Pues dormirá
contigo esta noche a cambio de las mandrágoras de tu hijo. Gén 30:16 A la tarde,
cuando Jacob volvía del campo,
salió Lea a su encuentro y le dijo:
--Llégate a mí, porque a la
verdad te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo. Y durmió con ella aquella noche.
Génesis capítulos 29 y 30 se enfocan casi exclusivamente
en la vida matrimonial de Jacob, en la manera de cómo entró en relaciones
polígamas y sin duda en las amargas consecuencias de vivir en tal estructura
familiar.
Las preguntas que saltan a la vista en estos pasajes son:
¿cómo llegó Jacob a la poligamia?, ¿estaba en sus planes desde el inicio?, ¿fue
indicada por Dios su poligamia?, ¿manifestó bendición y buenos frutos su
aceptación de ser partícipe de la poligamia?
La poligamia de Jacob
fue una concesión y un engaño
En Génesis 29:16-28 vemos que Jacob en ningún momento
pretendía tener varias esposas, él amaba solo a Raquel, su concesión se debió a
que fue engañado, trayendo a memoria la manera en que él mismo engañó a su
padre Isaac para obtener las bendiciones de derecho a la primogenitura que le
pertenecían a su hermano Esaú (Génesis 27). Jacob ya no podía rehusar a Lea, (y
aun en caso de querer deshacer ese matrimonio alegando que lo habían engañado,
lo más seguro es que perdería toda oportunidad de casarse con Raquel a quien
amaba), y optó por tolerar la bigamia; y en esto tenemos que tener
perfectamente claro el principio de Romanos 8:28, de que Dios usa todas las
circunstancias adversas para bien de los que lo aman y para llevar a cabo sus
soberanos designios, pero está claro que la poligamia de Jacob fue algo que muy
probablemente él no hubiera buscado ya que su padre Isaac siempre fue monógamo.
La poligamia siempre
causa alguna rivalidad entre las esposas
Génesis 29:30-31 detalla la clara desigualdad de trato y
afecto que recibían Lea y Raquel de parte de Jacob, y Dios mismo en su gran
misericordia hace que Lea sea fértil y Raquel estéril, cosa muy penosa
culturalmente para Raquel, y de esta manera Dios hace que la injusticia
generada por la estructura familiar misma sea atenuada. Al ver Raquel la
justicia divina derramada en favor de Lea, se llenó de envidia por no poder
tener hijos y presionó tremendamente a Jacob a llegarse a su sierva Bilha (Gén
30:1-4), misma situación que vivió Abraham con consecuencias pésimas para su
familia; y comienza una desgastante y nefasta batalla entre las dos hermanas
para ganarse la preferencia del marido y Lea hace lo mismo al darle a Jacob a
su sierva Zilpa por mujer (Gén 30:9-13), su envidia y competencia llegó al grado
de traficar a manera de intercambio comercial al marido por una noche de
intimidad (Gén.30:14-16).
La poligamia potencializa el riesgo de
incesto y endogamia
Un último
detalle de importancia es el caso de incesto que se da entre Rubén y Bilha, una
de las siervas a las que Jacob tomo por mujer:
Gén 35:22 : “Aconteció que, cuando habitaba Israel en aquella
tierra, Rubén fue y durmió con
Bilha, la concubina de su padre; de esto se enteró Israel”.
Es claro que el pecado de incesto no es exclusivo de las
familias polígamas, pero si nos muestra la Escritura que es mucho más fácil que
ocurra en esta estructura familiar, (ver 2 Samuel 13:1-15 el incesto de Amnón
hijo de David contra su media hermana Tamar). Y de igual manera podemos ver en la vida polígama de Jacob
que los celos, la envidia, la desigualdad, la amargura y el incesto son problemas
intrínsecos de esa forma de familia.
IX. La poligamia de
David
2 Samuel 3:2-5 No es
un elogio para David
2Sa
3:2 A David le nacieron hijos en
Hebrón; su primogénito fue Amnón, de Ahinoam,
la jezreelita;
2Sa
3:3 su segundo, Quileab, de Abigail, la mujer de Nabal, el de Carmel;
el tercero, Absalón, hijo de Maaca, hija de Talmai, rey de Gesur;
2Sa
3:4 el cuarto, Adonías,
hijo de Haguit; el quinto, Sefatías,
hijo de Abital;
2Sa
3:5 el sexto, Itream,
de Egla, mujer de David. Estos le nacieron a David en Hebrón.
2
Samuel 5:13-16 Una clara desobediencia de David contra Deuteronomio 17:17
2Sa
5:13 David tomó más concubinas y mujeres
de Jerusalén, después que vino de
Hebrón, y le nacieron más hijos e hijas.
2Sa
5:14 Estos son los nombres de los que le
nacieron en Jerusalén: Samúa, Sobab,
Natán, Salomón,
2Sa
5:15 Ibhar, Elisúa,
Nefeg, Jafía,
2Sa
5:16 Elisama, Eliada y Elifelet.
Estos dos
pasajes de la Escritura son muy claros y específicos a cerca de la vida
matrimonial polígama de David, y al leerlos no parecen a primera vista ni
condenar la poligamia de David ni elogiarla o siquiera aprobarla, es como si el
escritor solo deseara informar objetivamente los hechos, pero una mirada más
minuciosa nos muestra que si había una impresión que el escritor quería dejar
al lector a cerca de David, primero hay que tomar en cuenta que ya estaba dada
una ley muy específica para limitar el aumento de esposas por parte de un rey
en Israel (Deut. 17:17) misma que David había desacatado totalmente, y además
en la lista se menciona que Absalón fue hijo de “..Maaca, hija de Talmai rey de
Gesur.”(Un rey pagano). Matthew Henry comenta lo siguiente de estos dos pasajes
del aumento de la familia de David: “Aquí
tenemos una breve información de los seis hijos que le nacieron en Hebrón de
seis esposas distintas, en los siete años que reinó allí. David contravino la
ley deuteronómica (17:17) contra la multiplicación de esposas del rey, con lo
que, además, dio un mal ejemplo a sus sucesores. De los seis hijos que tuvo en
Hebrón, tres de ellos dejaron mala fama (Amnón, Absalón y Adonías), mientras
que los otros tres no dejaron ninguna fama. “La madre de Absalón era hija de
Talmay, rey de Gesur, esto es un rey pagano. Quizás con este enlace David
esperaba fortalecer su posición y sus intereses, pero el resultado de esta
unión fue catastrófico (2 Samuel 11:37-38), pues le llenó de pesadumbre y
vergüenza. La sexta es llamada Eglá, mujer de David, lo que ha inducido a
muchos a pensar que fue anteriormente mujer de otro y que el nombre de este ha
sido sustituido (erróneamente) por el de David.”
Comentario de Matthew Henry a cerca de la
poligamia de David
De 2 Samuel
capitulo 5:14-16 comenta Matthew Henry: “Son
mencionados aquí todos los hijos, once en total, que le nacieron después que se
estableció en Jerusalén. A éstos hay que añadir los seis que le habían nacido
en Hebrón (3:2,5). También se nos dice (v.13) que tomó más concubinas y mujeres
de Jerusalén; en otras palabras, formó un harén al estilo de los reyes
orientales. ¿Le alabaremos por ello? ¡Ciertamente no! No podemos alabarle, ni
justificarle, ni siquiera excusarle. Quizá pensaba que de esta forma
fortalecería sus intereses, multiplicaría sus alianzas e incrementaría la
familia real, pero iba claramente contra la ley de Dios (Dt.17:17). Y aun
teniendo tantas mujeres y concubinas todavía codició la única mujer de su
prójimo (cap.11;v.12-13). Una vez que
los hombres rompen la barrera, no hay nada que los contenga.”
Por lo tanto es una total falta de comprensión y
sabiduría alegar en favor de la vigencia de la poligamia argumentando que como David
era un hombre que agradó a Dios (y eso es muy cierto), y que por eso su
poligamia no tuvo nada de malo, eso demuestra una total falta de comprensión en
lo que respecta a la salvación, porque todos los patriarcas y hombres de Dios
antes de Cristo también fueron justificados por la fe, y la justicia de David
no se basa en que él fue intachable, sino en que supo tener un corazón humilde
delante de Dios, y el hecho de que haya sido participe de la poligamia porque
en su contexto histórico y cultural se practicaba y él consintió (porque no
había venido Jesús a cumplir toda la ley a favor nuestro y a interpretar la ley
perfectamente), no hace que todo lo
que David practicó sea correcto delante de Dios. Además los resultados
familiares fueron a todas luces catastróficos.
X. La poligamia de
Salomón
La poligamia de
Salomón ayudó a la caída y división del reino de Israel unificado
La Biblia es muy clara en reprobar la poligamia de Salomón,
y aunque el comentarista de 1 de Reyes enfatiza que además de tener muchas
mujeres también violó la ley de Dios al tener muchas mujeres extranjeras, y en
ningún sentido se indica que a menos de que no fueran extranjeras entonces
estaba bien su poligamia: “Y tuvo setecientas mujeres con rango de
princesas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón”
(1 Reyes 11:3). “Y dijo Jehová a Salomón: Por cuanto ha habido esto en ti, y no has
guardado mi pacto y mis estatutos que yo te mandé, romperé de ti el reino, y lo
entregaré a tu siervo” (1 Reyes 11:11).
Comentario de John
MacArthur a 1 Reyes 11:1-6
John MacArthur comenta lo siguiente en la “Biblia de
estudio MacArthur”: “Muchos de los
matrimonios de Salomón tenían como propósito ratificar tratados con otras
naciones, una práctica común en el antiguo Cercano Oriente. La práctica de
multiplicar las esposas reales, prohibida en Deuteronomio 17:17 porque dicha
práctica apartaría del Señor el corazón del rey, demostró sus perniciosos
efectos en la experiencia de Salomón. Su amor por sus esposas (vv.1,2) lo
condujo a abandonar su lealtad al Señor y a adorar otros dioses (vv.3-6). No
puede imaginarse una imagen más triste que la fea apostasía de sus últimos años
(por encima de los cincuenta), que puede relacionarse con sus pecados con
esposas extranjeras. La poligamia era tolerada entre los antiguos hebreos,
aunque en Oriente la mayoría de los hombres tenían solo una esposa. Tener
varias esposas se consideraba como señal de riqueza e importancia. El rey
quería tener un harén mayor que el de cualquiera de sus súbditos, y Salomón
recurrió a esta forma de magnificencia real. Pero era un pecado que constituía
una infracción directa a la ley de Dios.”
Comentario de Matthew
Henry a 1 Reyes 11:1-6
Y Matthew Henry comenta del mismo pasaje hablando de
Salomón: “Se dio a las mujeres. La madre
de Lemuel (Pr.31:3) a quien algunos han identificado con Salomón, le decía: “No
des a las mujeres tu fuerza”, con lo que alude quizás a Sansón, quien perdió su
fuerza por dar información del secreto a una mujer. La caída de su padre David
había comenzado cuando dio satisfacción a la concupiscencia de la carne. El
amor incontrolado a las mujeres “a muchos ha hecho caer heridos” (Pr.7:26).
Como dice el obispo Hall, “a muchos le ha roto la cabeza su propia costilla”…La sabiduría divina señaló una mujer para
un hombre, y a los que una les parece poco, también les parecerán pocas dos o
tres.”
XI. La poligamia en
la ley de Dios
Los que defienden que la práctica de la poligamia es
completamente legitima y permitida argumentan muy marcadamente que son grandes
defensores de la ley de Dios, y hacen ver a los opositores como antinomianos
(contra la ley de Dios) e ignorantes de las leyes de Dios, incluso al grado de
asociar a los defensores de la monogamia con el catolicismo romano y con el
paganismo; pero paradójicamente en la ley de Dios (pentateuco) solo hay dos
pasajes (Éxodo 21:7-11 y Deut.21:15-17) que tienen que ver con casos de
poligamia y una revisión minuciosa de ellos nos sugiere que no promueven o
legislan la poligamia sino que la regulan para evitar que la práctica de la
poligamia resultara en injusticias contra la mujer.
La poligamia en Éxodo
21:7-11
Éxo
21:7 Y si alguno vende a su hija por
sierva, ella no saldrá libre
como salen los siervos.
Éxo
21:8 Si ella no agrada a su amo que la
había destinado para sí, permitirá que sea redimida. Pero no podrá venderla a
un pueblo extranjero, por haberla tratado con engaño.
Éxo
21:9 Y si la destina para su hijo, la
tratará conforme a la costumbre de las hijas.
Éxo
21:10 Si toma para sí otra mujer, no
disminuirá a la primera su
alimento, ni su ropa, ni sus derechos conyugales.
Éxo
21:11 Y si no hace por ella estas tres cosas, entonces ella saldrá libre sin
pagar dinero.
Primero para entender si en realidad este pasaje es una
ley a favor de la poligamia veamos los siguientes aspectos: ¿cuál es el asunto
central de esta legislación?, ¿está promoviendo algo o está tratando de
aminorar algún mal?
El asunto central de la ley es el trato justo hacia una
sierva hebrea (Ex.21:2 trata con respecto al siervo varón hebreo), porque una
sierva a diferencia de un siervo no tenía derecho a salir libre en el plazo que
Dios estableció para los siervos varones (7 años), y por esta misma razón la
sierva estaba en riesgo de ser explotada, engañada y abusada por su amo. Y por
otro lado también trata de los derechos que tenía la sierva en caso de que una
vez dada (o prometida) en casamiento al hijo de su amo, este entrara en una
situación de poligamia porque la tendencia pecaminosa del hombre al agregar una
segunda esposa podría ser que a la anterior se le relegara a favor de la
segunda, por eso el v.11 pone como requisitos cumplir con las tres cosas
esenciales en el matrimonio: alimento, vestido y derechos conyugales (no solo relaciones
sexuales), y de no cumplir con estas tres cosas, la sierva hebrea tenía toda la
libertad de salir como mujer libre porque a los ojos de Dios se estaría cometiendo
una grave injusticia de lesa humanidad. Entonces
lo que podemos observar es que Dios da esta ley no para promover la poligamia
sino más bien para evitar las injusticias que la poligamia por si misma puede
ocasionar.
Otro aspecto importante que se deja ver al estudiar este
pasaje es que los asuntos que se tratan en las leyes posteriores siguiendo un
orden lógico en este mismo capítulo son situaciones de pecados graves como:
homicidio intencional (21:12), parricidio (21:15), secuestro (21:16), maldecir a
los padres (21:17), y peleas violentas (21:18); por eso la regulación de la poligamia lejos de establecerla como algo
correcto o permitido para el pueblo de Dios nos muestra sus peligros
potenciales y altamente dañinos principalmente contra la mujer.
La poligamia en Deuteronomio
21:15-17
Deu 21:15 Si un hombre tiene dos mujeres, una amada y
otra aborrecida, y tanto la
amada como la aborrecida le han dado hijos, si el primogénito es de la
aborrecida,
Deu
21:16 el día que reparta lo que tiene
entre sus hijos, no puede él hacer primogénito al hijo de la amada con
preferencia al hijo de la aborrecida, que es el primogénito,
Deu
21:17 sino que reconocerá al
primogénito, al hijo de la aborrecida, dándole una porción doble de todo lo que
tiene, porque él es el principio de su vigor; a él pertenece el derecho de
primogenitura.
Este pasaje debe entenderse de manera parecida al
anterior, ¿Cuál es el asunto central de esta legislación?, ¿Qué es lo que esta
ley trata de evitar?
Primero podemos observar que el asunto central es el
derecho de primogenitura a la doble heredad aún en caso que el padre se haya
metido en un lío de poligamia si es correcta la interpretación del v.15 “tiene
dos mujeres” como indicando que dicho hombre vivía en poligamia con dos mujeres
simultáneamente; sin embargo no es del todo segura dicha interpretación por el
significado literal en el hebreo de este pesaje según comenta MacArthur: “En el original, las palabras son leídas ‘ha
tenido dos mujeres’, refiriéndose a acontecimientos que ya se han llevado a
cabo, evidentemente insinuando que una mujer está muerta y que otra ha tomado
su lugar. Moisés, entonces, no está legislando un caso polígamo en donde un
hombre tiene dos mujeres al mismo tiempo, sino de un hombre que se ha casado
dos veces en sucesión. El hombre podría preferir a la segunda mujer y ser
exhortado por ella a dar su herencia a uno de sus hijos. El asunto involucra el
principio de la herencia del primogénito. El hijo primogénito del hombre, fuera
de la esposa favorita o no, tenía que recibir la porción doble de la herencia.”
Por otro lado de manera muy parecida a Éxodo 21 este
pasaje se haya entre una lista de males que podrían ocurrir en la sociedad
israelita y nos da la manera de hacer justicia cuando esos males ocurrieran entre
el pueblo; por ejemplo siguiendo el patrón lógico de este pasaje vemos en el
v.18: “Si alguno tuviere un hijo contumaz y rebelde…entonces…”, v.22: “Si
alguno hubiere cometido algún crimen digno de muerte…”, es decir, la ley nos da la norma divina para tratar
con asuntos pecaminosos y así hacer justicia (correctivo) y evitar una mayor
injusticia (preventivo), pero nunca parece estar legislando y promoviendo lo
que precisamente está ocasionando el daño y perjuicio: poligamia, rebeldía
obstinada, asesinato, etc.
Por lo tanto parece que quienes pretenden apelar a la ley
de Dios para defender la práctica de la poligamia como algo establecido por
Dios se van de bruces al revisar detenidamente los escasos pasajes que tratan
con asuntos relacionados con tal práctica, y que además todo indica que la
poligamia es vista por el mismo Creador como una distorsión del diseño y ley
original para el matrimonio de Génesis 2:24.
XII. La poligamia en
el nuevo testamento
Contrariamente a lo que los defensores de la poligamia
opinan, el nuevo testamento parece hacer un manifiesto silencio en cuanto al
tema de la poligamia, y los casos en que se mencionan asuntos matrimoniales
como bodas, matrimonios al servicio de Cristo e instrucciones para los casados
y solteros con miras al matrimonio, siempre se refiere en términos de
monogamia, aludiendo a la ley y diseño original del matrimonio establecido en
Génesis 2:24. Y los escasos pasajes que mencionan alguna situación de posible
poligamia siempre son en un sentido de descalificación o incapacidad para el
ministerio en la iglesia de Cristo (1 Tim 3:2,12).
Jesús y la ley
Mat
5:17 No penséis que he venido para
abolir la ley o los profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir.
Quienes defienden la poligamia dejan ver claro que no
comprenden la postura de Jesús hacia la ley, y frecuentemente argumentan que
como “Jesús no vino a abolir la ley y los profetas” entonces debemos seguir
practicando la poligamia tal como se permitía en el antiguo testamento. Pero
antes de tratar de dar una explicación equilibrada a cerca de la opinión de
Jesús hacia la ley de Dios permítaseme hacer algunas preguntas: ¿Dios puede
contradecirse?, ¿hay alguna contradicción entre Moisés y Jesús?, ¿qué quiso
decir Jesús con “no he venido para abolir sino para cumplir” (Mateo 5:17)?
Primero es claro que Dios no cambia ni se arrepiente y
mucho menos puede contradecirse (Num 23:19; 1 Samuel 15:29; Santiago 1:17). La
ley original que Dios estableció para el matrimonio en Génesis 2:24 es y
seguirá siendo la norma divina.
Jesús fue muy claro al decir que no había venido a abolir
(destruir, anular, liberar) la ley sino a cumplirla (satisfacer, llenar los
requerimientos, cumplir a la perfección). Jesús nunca contradijo a Moisés, más
bien recriminó a los fariseos por no comprender el sentido correcto de los
mandamientos (Mateo 19:8-9; Marcos 12:24). Y es aquí precisamente donde se
pierden aquellos que quieren hacerse ver muy guardadores de la ley para
permitir la poligamia, caen en la misma situación que los maestros e intérpretes
de la ley de los tiempos de Jesús, confunden
la regulación externa de la ley con el verdadero espíritu de la ley. En Mateo
5:21-22, 27-28, 31-32, 33-34, 38-39, 43-44 Jesús usa repetidamente: “Oísteis
que fue dicho…Pero yo os digo…” Esta poderosa frase pone a Jesús como
el verdadero interprete de la ley, Jesús no está cambiando ni alterando nada de
los requerimientos éticos revelados por Dios a Moisés, está corrigiendo las
interpretaciones torcidas de los maestros de la ley de su época y nos está
dando el verdadero sentido y espíritu de la ley.
Jesús y el matrimonio
Mateo 19:4-8
Mat 19:4 Él,
respondiendo, les dijo:
--¿No habéis leído que el que los hizo al
principio, "hombre y mujer los
hizo",
Mat
19:5 y dijo: "Por esto el hombre dejará padre y
madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne"?
Mat
19:6 Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto,
lo que Dios juntó no lo separe el hombre.
Mat
19:7 Le dijeron:
--¿Por qué,
pues, mandó Moisés darle carta de
divorcio y repudiarla?
Mat
19:8 Él les dijo:
--Por la dureza de vuestro corazón, Moisés os permitió repudiar a vuestras
mujeres; pero al principio no fue así.
A menudo he citado esta escritura a algunas personas que
defienden la práctica de la poligamia y lo primero que me dicen es que no es
válida en tal caso porque no tiene nada que ver con la poligamia, solo con el
divorcio; y es claro que no ignoro que el asunto central en este pasaje es
respecto al divorcio, pero es innegable que Jesús al refutar las malas
interpretaciones de la ley de Moisés por parte de los fariseos hace referencia
a la primera y fundamental ley para todo matrimonio: Génesis 2:24 (v.5); y todo
lo que se salga de ese primer diseño divino deberá ser rechazado, y además
Jesús hace una interpretación más precisa de “…serán una sola carne.” En el v.6 Jesús dice: “Así que no son ya más dos, sino
una sola carne.” ¿En qué parte de esta interpretación de Jesús se da cabida
a tres o cuatro o cinco…o mil para ser una sola carne? Jesús dice claramente que el matrimonio es entre dos personas que pasan
a ser una sola persona, y esa es la norma del diseño original del matrimonio
según Dios. La respuesta inmediata de los fariseos contra tal
interpretación de Jesús fue aparentar ser muy “fieles” a la ley de Dios, por
eso en el v.7 le dijeron a Jesús: “¿Por qué,
pues, mandó Moisés darle carta de
divorcio y repudiarla?”. Y la respuesta que Jesús les dio es lo que más nos
interesa entender en este estudio (v.8): “Por la dureza de vuestro corazón, Moisés os permitió repudiar a vuestras
mujeres; pero al principio no fue así”.
Jesús les aclara que no hay ninguna contradicción entre Moisés y el principio
general de Génesis 2:24; el verdadero problema del hombre caído es la dureza de su corazón, y Dios proveyó de
algunas regulaciones en su ley para proteger a los más indefensos (las mujeres)
porque es un Dios de misericordia mientras que llegaba el salvador a darnos un
corazón de carne (Ezequiel 11:19-20 36:26-27; Jeremías 31:33). El verdadero creyente debe vivir según las
normas del diseño original para el matrimonio porque ya no tiene excusa para
tener dureza en su corazón, y definitivamente que para practicar la poligamia necesita
tener un corazón endurecido contra la única esposa que Dios quiere que tenga.
XIII. El matrimonio
según los apóstoles
Felizmente conforme fue avanzando la revelación de las
escrituras para completar el nuevo testamento podemos verificar con certeza que
los apóstoles según dejaron plasmadas sus instrucciones y testimonios en las
cartas, siempre que hicieron alguna referencia hacia el matrimonio o hacia los
casados lo hicieron en términos de monogamia, y esto pesa muchísimo contra todo
lo que digan o argumenten los defensores de la poligamia, y además no debemos
perder de vista que los escritos del
nuevo testamento (o nuevo pacto) fueron inspirados por el Espíritu Santo y no
puede ser casualidad que en el nuevo testamento esté prácticamente fuera de
lugar la poligamia, y que en los escasos tres pasajes que se menciona (1 Tim
3:2, 12; Tit 1:6) es para descalificar a quien hubiera llegado en esa condición
a la fe cristiana para formar parte del ministerio en la iglesia; y por otra
parte un hecho contundente entre los apóstoles es que todos se casaron y hay
referencia de que solo tenían una esposa (1 Corintios 9:5).
A continuación presentaré los principales pasajes en que
los apóstoles dejaron instrucciones o principios matrimoniales y veremos la
clara y contundente afirmación del matrimonio monógamo como lo natural y normal
según los mandamientos de Dios.
El matrimonio según el
apóstol Pedro
1Pe 3:1 “Asimismo vosotras, mujeres,
estad sujetas a vuestros maridos, para que también los que no creen a la
palabra sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,”
1Pe 3:7 “Vosotros, maridos,
igualmente, vivid con ellas
sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil y como a coherederas
de la gracia de la vida, para que
vuestras oraciones no tengan estorbo.”
Siempre que se hace referencia en plural como en el v.1
“…mujeres, estad sujetas a vuestros maridos…” es para dar a entender que cada
mujer a su respectivo marido o cada marido a su respectiva esposa. Y en el v.7
vemos con claridad que Pedro en ningún momento da margen para la poligamia
entre los cristianos, sino mas bien a que cada esposo viva sabiamente con su
esposa comprendiendo su diseño como “vaso más frágil”, ¿Qué tiene en común esta
instrucción de Pedro inspirada por el Espíritu Santo con las erróneas
interpretaciones de los defensores de la poligamia?, ¿cómo van a cumplir tal
norma para los esposos cristianos que su supone ya tienen un corazón regenerado
al desear tener varias mujeres?
El matrimonio según el
apóstol Pablo
El apóstol Pablo fue quien más instrucciones y principios
dejó a cerca del matrimonio y debemos tomar muy en serio que él y los demás
escritores de la Biblia fueron inspirados por el Espíritu Santo y sus
instrucciones en ninguna manera contradicen a la ley de Dios (1 Cor 2:6-10; 2
Ped 1:19-21; 3:15-16; 1 Tes 2:13; Gal 1:11-12; Heb:1:1). Por razones de espacio
y para no desviarnos del tema principal solo mostraré los pasajes que expresan
alguna posición de cómo veía Pablo el matrimonio con respecto a cuántas mujeres
cabían en un matrimonio cristiano para un hombre cristiano:
1Co 7:2 “Sin embargo, por causa de las fornicaciones tenga cada uno
su propia mujer, y tenga cada una su
propio marido.”
1Ts 4:4-5
“que cada uno de vosotros sepa
tener su propia esposa en santidad y
honor, no en pasión desordenada, como
los gentiles que no conocen a Dios;”
Si aceptamos
la inspiración de la Biblia incluyendo las cartas de Pablo y todo el nuevo
testamento deberían bastar estas escrituras para que un cristiano entienda que la poligamia no entra en el diseño de Dios.
1Co 7:33
“pero el casado se preocupa por
las cosas del mundo, de cómo agradar a
su mujer.”
Nuevamente en
esta escritura Pablo hace referencia de que un casado se preocupa de cómo
agradar a su (singular) mujer.
Efe 5:25
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella,”
El diseño del matrimonio humano según Dios es
una prefiguración del más santo matrimonio en el universo: Cristo con su esposa
la Iglesia.
No puede haber mejor ejemplo para un esposo cristiano que Cristo mismo para
santificar esta honorable institución humana (Heb 13:4), y no cabe por ningún
motivo en este modelo de matrimonio la poligamia, porque la monogamia no fue
ninguna innovación, es el diseño original del matrimonio instituido por Dios en
Gén 2:24 (ver Efe 5:31).
Efe 5:28
“Así también los maridos deben
amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos.
El que ama a su mujer, a sí mismo
se ama,”
Efe 5:33
“Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer
como a sí mismo; y la mujer respete a su
marido.”
Col 3:19 “Maridos,
amad a vuestras mujeres y no seáis ásperos con ellas.”
Nuevamente el
mandamiento para el cristiano es amar a su esposa teniendo como ejemplo a
Jesús.
Efe 5:31
“Por esto dejará el hombre a su
padre y a su madre, se unirá a su mujer
y los dos serán una sola carne.”
Toda la
instrucción para el matrimonio según Pablo armoniza con el diseño original de
Dios, ¿De qué otra manera se puede entender este pasaje sin torcer la
escritura?
La monogamia como un requisito indispensable
para los pastores, ancianos y diáconos.
1Ti 3:2
“Pero es necesario que el obispo
sea irreprochable, marido de una sola
mujer, sobrio, prudente, decoroso,
hospedador, apto para enseñar;”
1Ti 3:12
“Los diáconos sean maridos de una
sola mujer, y que gobiernen bien a sus hijos y sus casas,”
Tit 1:6
“El anciano debe ser
irreprochable, marido de una sola mujer, y que tenga
hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía.”
Comentario de Juan Calvino respecto al
requisito de ser “marido de una sola mujer”
Respecto a
estos tres pasajes clave en el tema me limitaré a citar una porción del “comentario
de Juan Calvino a la primera epístola pastoral
de San Pablo a Timoteo”; por su lucidez y sabia interpretación bien
fundamentada:
“Marido de
una sola mujer. Es una fantasía
pueril interpretar esto como significando "pastor de una sola
iglesia". Generalmente, se ha aceptado más otra explicación: que el
individuo separado para el oficio sea uno que no haya sido casado más de una
sola vez, y que como la esposa está ya muerta, no es ahora casado. Pero tanto
en este pasaje como en Tito 1:6, las palabras del Apóstol son: "Que
sea", y no: "Que haya sido"; y en esta misma epístola, donde
trata de las viudas (v. 10), él expresamente se vale de la partícula en el
tiempo pasado. Además, en esta forma se podría contradecir a sí mismo; porque
en otra parte declara que no tiene deseos de poner una trampa a la conciencia.
La única y verdadera explicación, por lo tanto, es la de Crisóstomo, que
condena la poligamia (Que
condena que el obispo tenga dos esposas al mismo tiempo".), en los
obispos, la cual en aquel tiempo era casi reconocida como legal entre los
judíos. Esta corrupción fue adquirida por ellos en parte por una pecaminosa
imitación de la conducta de los Patriarcas (pues los que leyeron que Abraham,
Jacob, David y otros de la misma clase, estaban casados con varias mujeres al
mismo tiempo, pensaron que era correcto para ellos hacer lo mismo), y en parte
de las naciones circunvecinas; porque los habitantes del Oriente jamás
observaron esa rectitud y fidelidad consecuentes en el matrimonio. Sea como
fuere, la poligamia prevalecía entre ellos; (“La poligamia era una cosa muy
común entre los judíos". y, por tanto, con sobrada razón Pablo manda que
un obispo esté libre de esta mancha. Y con todo, yo no rechazo la opinión de
aquellos que piensan que el Espíritu Santo se propuso ponerlos en guardia
contra la diabólica superstición que poco después surgió; como si dijese:
"Está muy lejos de ser correcto y propio que el celibato sea impuesto a
los obispos, ya que el matrimonio es un estado altamente recomendable a todos
los creyentes". En esta forma, Pablo no lo exigiría como una cosa
necesaria para ellos, sino que le consideraría como inconsistente con la
dignidad del oficio. Sin embargo, la opinión que ya he dado es más sencilla y
más sólida: que Pablo prohíbe la poligamia en aquellos que tienen el cargo de
obispos, porque es contraria a la castidad y la fidelidad conyugal.
Empero aquí podría objetarse, que lo que es
pecaminoso en todos no debió haber sido condenado y prohibido sólo en los
obispos. La respuesta es fácil. Cuando categóricamente se prohíbe a los
obispos, no significa de ninguna manera que se permita libremente a los demás.
Sin lugar a duda, Pablo condenó universalmente lo que era contrario a una ley
de Dios no derogada; porque es un estatuto promulgado: "Y serán una sola
carne" (Gen. 2:24). Más él podría, hasta cierto punto, tolerar en otros
aquello que en un obispo hubiera sido excesivamente vil e imposible de tolerar.
Tampoco establece aquí una ley para el futuro, de que ningún obispo, que ya
tiene una esposa, se case con una segunda o tercera, mientras que la primera
esté viva aún; sino que Pablo excluye del obispado a cualquiera que sea
culpable de tal atrocidad. Por consiguiente, lo que ya se hizo una vez, y no
puede ser corregido, él lo tolera con desgana, pero sólo en el pueblo común.
Pues ¿cuál era el remedio para aquellos que, dentro del judaísmo, habían caído
en la trampa de la poligamia? ¿Debían haberse divorciado de su segunda y
tercera esposa? Tal divorcio no hubiera sido correcto. Entonces, ya que la cosa
estaba hecha y no podía deshacerse, la pasó por alto, con la salvedad de que.
Ningún obispo fuese denigrado con semejante baldón.”
El matrimonio según el
apóstol Juan
Apo 19:7 “Gocémonos,
alegrémonos y démosle gloria, porque han llegado las bodas del Cordero y
su esposa se ha preparado.”
Apo 21:2
“Y yo, Juan,
vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de parte de Dios, ataviada como una esposa hermoseada para su
esposo.”
Es sumamente interesante ver que Juan recibió por
revelación una imagen similar a Pablo de Cristo como el esposo que vendrá algún
día a reunirse con su esposa, y la imagen es totalmente monógama.
El matrimonio
representa la unión de Cristo con su iglesia
Los apóstoles entendieron claramente la simbología del
matrimonio como tipo de la unión de Cristo con su esposa que es la iglesia, al
igual que los profetas en repetidas ocasiones usaron la analogía del matrimonio
para representar a Dios como el esposo de su pueblo Israel. Pablo lo escribió
que el matrimonio monógamo tal como fue establecido en Edén por Dios mismo encierra
un gran misterio que nos deja comprender un poco mejor la unión de Cristo con
la iglesia: “…Y los dos vendrán a ser una sola carne. Grande es este misterio…”
(Efesios 5:31b-32a). Y el apóstol Juan recibió del mismo Señor Jesús una
revelación impresionante del amor y fidelidad que Cristo como esposo tiene por
su esposa la iglesia: “Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria;
porque han llegado las bodas del cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella
se le ha concedido vestirse de lino fino…” (Apocalipsis 19:7). Por eso
los cristianos debemos rechazar y repudiar la poligamia como algo erróneo y
pecaminoso porque nunca fue el plan original de Dios y además impide la
verdadera comunión entre los esposos.
XIV. La inclinación
bíblica hacia la monogamia como el estándar moral de Dios a lo largo de la
Biblia
Importantes
exhortaciones a vivir en monogamia
Por último y por razones de tiempo, y no porque sea
exhaustivo comentaré algunos pasajes que de manera muy clara manifiestan una
fuerte inclinación al matrimonio monógamo como el único que cumple con el
diseño de Dios de acuerdo a Génesis 2:24:
El sumo sacerdote tenía una clara prohibición
de ser polígamo.
Lev. 21:13-14: "Tomará por esposa a una mujer virgen.
“No tomará viuda, ni repudiada, ni infame ni ramera, sino que tomará de su pueblo una virgen por
mujer,”
El verdadero amor entre esposos solo puede
ser monógamo
Prov. 5:18-19 “¡Sea bendito tu manantial y alégrate con
la mujer de tu juventud, cierva amada,
graciosa gacela! Que sus caricias
te satisfagan en todo tiempo y recréate siempre en su amor.”
Sorprendentemente
Salomón el gran polígamo, inspirado por el Espíritu Santo escribió estos versos
en su juventud que claramente se conforman al verdadero compañerismo en el
matrimonio monógamo.
Unos de los
hombres más justos que han vivido en la tierra sabía que desear otra esposa era
pecado
Job 31:1 "Hice pacto con mis ojos, ¿cómo, pues,
había yo de mirar a una virgen?”
Es muy
notable que estas palabras hayan sido pronunciadas por el hombre que en su
tiempo fue a los ojos de Dios como el más justo de toda la tierra.
La poligamia refleja un problema en el
corazón del hombre
Mat 5:27-28
"Oísteis que fue dicho: "No
cometerás adulterio". Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer
para codiciarla, ya adulteró con ella en
su corazón.”
Comparando el pasaje anterior de Job 31:1 con estas
palabras de Jesús no podemos ignorar que para el hombre casado la poligamia es
una piedra de tropiezo, además que la valorada fidelidad conyugal queda
totalmente pisoteada al abrir su corazón a otras mujeres.
Los hombres más
santos según la Biblia fueron monógamos
No podemos pasar por alto la abundante evidencia en la
Biblia de que los hombres que demostraron más obediencia y santidad durante su
vida fueron monógamos: Noé, Isaac, José, Moisés, Job, los apóstoles. Y es más
notorio aún que de los hombres mencionados, Isaac, José y Job pudieron haber
tenido fácilmente varias esposas si lo hubieran deseado por su posición social
y económica sobresaliente, sin embargo no lo hicieron, y Job en especial
reprueba moralmente el que un hombre casado siquiera mire con deseo a una
soltera (Job 31:1).
XVI. Los frutos de la
poligamia
Intentar
sacar argumentos para la vigencia y aprobación bíblica de la poligamia en los
textos que hablan del tema es un total contrasentido porque lejos de apoyar la
poligamia nos dejan ver lo dañina que es. Jesús nos enseñó una manera simple
pero efectiva para discernir si una doctrina o maestro es bueno: “Guardaos
de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por
dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se cosechan
uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así también, todo buen árbol da
buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el árbol bueno dar
malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos”
(Mateo 7:15-18).
Al
estudiar los principales textos de la Biblia que describen familias polígamas
siempre podemos encontrar frutos malos, y aunque también en los matrimonios
monógamos se puedan dar cosas malas y perversas siempre es porque uno de los
cónyuges o ambos son inconversos y practican el pecado, pero en las familias polígamas es diferente la situación porque la
mayoría de las perversiones y daños son intrínsecos a la propia estructura
familiar, los principales problemas que acarrea la poligamia son:
Incesto
Existen
dos ejemplos claros de que es mucho más fácil que exista el incesto en una
familia polígama que en una monógama:
Incesto entre una madrastra con un hijo de su
esposo. Rubén el primogénito de Jacob sostuvo relaciones
sexuales con Bilha concubina de su padre (Génesis 35:22; 49:4). El riesgo de
incesto en la poligamia radica en el hecho de que al convivir varios hijos de
diferentes madres y a la vez tener cercanía con otras mujeres de su padre es
más fácil que se traspasen las barreras naturales del amor filial que Dios ha
puesto en la naturaleza humana.
Incesto entre medios hermanos.
Amnón hijo de David con Ahinoam (2 Samuel 3:2) violó a su media hermana Tamar
hija de David con Maaca (2 Samuel 3:3; 1 Crónicas 3:9). Toda esta trágica
historia se encuentra registrada en 2 Samuel 13:1-20), y nos deja ver que fue
el mismo David en un acto de total imprudencia quien envió a su hija Tamar a
servir a su otro hijo Amnón quien se fingió enfermo para poder estas a solas
con ella en su recámara y así poder violarla, pero lo que quiero recalcar es
que esta perversa acción por parte de Amnón hubiera sido muy improbable si
Tamar fuera hermana de padre y madre.
Incesto de un hijo con varias concubinas de
su padre. Absalón hijo de David aconsejado por Ahitofel
sostuvo relaciones sexuales con las concubinas de su Padre (2 Samuel 16:21-22)
que se habían quedado en el palacio tras la huida de David cuando Absalón
conspiró contra su propio padre (2 Samuel 15). Esta maldad sobrepasó a lo
imaginable para David porque su propio hijo tomó a sus concubinas en un
perverso acto público.
Divorcio o repudio. Es
mucho más fácil que el hombre repudie a alguna de sus mujeres en una relación
polígama por la simple razón de que si tuvo un corazón tan duro como para no
ser fiel a la mujer de su juventud, de igual manera será fácil para él repudiar
a alguna de sus esposas o concubinas al hallar “algo indecente” en ellas según
su “espíritu fariseo”, porque siempre puede estar reponiendo su harén con otra
esposa más joven y bonita que la repudiada. La mente de Dios nunca ha cambiado,
el sigue aborreciendo el repudio; y el repudio y la poligamia van de la mano: “…Porque
Jehová es testigo entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido
desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto. ¿No hizo él un solo
ser, que tiene aliento de vida? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia
para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con
la mujer de vuestra juventud” Malaquías 2:14-15).
Rivalidad y celos entre las esposas o
concubinas. Al no ser la poligamia algo natural ni el diseño
original de Dios, es casi seguro que habrá rivalidad, celos, competencia y
enemistad entre algunas de las esposas y concubinas, así lo refleja la Biblia:
Abraham. Sara sostuvo grandes
peleas y rivalidad con Agar (Génesis 16:4-5).
Jacob. Raquel y Lea dañaron
gravemente su relación de hermanas y se volvieron rivales (Génesis 29 y 30).
Elcana. Tuvo dos esposas, la
primera fue Ana que era estéril, y la segunda fue Penina que le dio hijos
primero que Ana, por lo que se convirtió en rival de Ana y la afligía en gran
manera al grado que Ana experimentó una profunda depresión (1 Samuel 1:1-7).
Preferencia por una de las esposas. El
hombre no está diseñado para tener compañerismo y comunión con varias mujeres,
ni la mujer está diseñada para tener competencia en ser “ayuda idónea”. El
hombre siempre va a tener preferencia por alguna mujer en lugar de otra y eso
es muy triste para la esposa que no goce de tal preferencia (ver más arriba La
poligamia de Jacob).
Denigración de la mujer. La
dignidad que Dios le dio a la mujer como compañera del hambre para sojuzgar la
tierra a su lado como su “ayuda idónea” según Dios, y la dignificación que
Cristo también le dio, es pisoteada cuando entra en una relación polígama, por
los motivos que ya hemos explicado a lo largo de todo este estudio. Los hombres
cristianos que están llamados para ser formados a la imagen de Cristo (Romanos
8:29) deben imitar la fidelidad, entrega, sacrificio, amor y pureza de Cristo
para con su esposa que es la iglesia, de igual manera en sus matrimonios
(Efesios 5:25-33).
Conclusión
Después de revisar todos los textos citados es más que
contundente la evidencia bíblica de que la poligamia es una corrupción
del diseño original de Dios para el matrimonio.
Sé que hay más escrituras que analizar y ya puedo
escuchar las objeciones de los defensores de la poligamia, pero no pueden
sostener su doctrina con la Biblia; sé que hay personas que han sido
adoctrinadas y engañadas que desean conocer la verdad de la Palabra de Dios
respecto al tema, que al analizar este estudio pueden recapacitar, abrir los
ojos de su entendimiento, arrepentirse y corregir el rumbo, pero también sé que
hay lobos rapaces que tergiversan la Biblia para destruir al rebaño y no les
interesa la verdad, por lo que ruego a Dios y al Señor Jesús que esta breve
investigación traiga algo de luz contra la oscuridad de la ignorancia y el
error que predominan en el mundo en estos tiempos finales; y también espero que
sirva para evitar los terribles estragos personales y sociales que pueden
llegar a sufrir las mujeres cristianas por la ignorancia en este tema tan
importante.
[1] La poligamia técnicamente quiere decir simplemente el
casarse con más de una sola persona. En la Biblia se observa o se habla de las
siguientes formas de poligamia: la poligamia concurrente, la poligamia
consecutiva mortal (un viudo se vuelve a casar), y la poligamia consecutiva no
mortal (divorcio y recasamiento). La poligamia concurrente es la que más interesa
aquí, siendo la más problemática de defender bíblicamente y la más debatida de
todas. La poligamia concurrente en el Antiguo Testamento fue pecado desde el
principio de la creación, aunque fue practicado en ciertos casos, al igual que
otros tipos de pecado, porque va en contra de la naturaleza de Dios según su
revelación para todos en la creación.
[2] Todas las referencias de
la Biblia son tomadas de la versión Reina Valera 1960, a menos que se indique
lo contrario.
muy bueno pastor es excelente estudio gloria a Dios
ResponderEliminarQue conclusión de la poligamia tan descabellada. Ustedes mismos se cortan con la Palabra. La poligamia es bendecida por el Señor, los problemas acontecidos en los matrimonios plurales como en la Biblia son para nuestro aprendizaje, no es evidencia para decir que la poligamia es corrupción, eso es una conclusión de dogmas y religión con pocas pruebas segun Las Escrituras. Fué la iglesia por medio del Vaticano quién se opuso a la poligamia, instaurando su doctrina falsa, diabolica y romana, le hicieron la guerra a reyes en europa y naciones árabes también por eso. En el principio El Señor le dió al hombre una mujer,sí, pero posterior a eso al hombre se le permitió tomar mas de una esposa, El Señor NUNCA condenó la poligamia, pues al contrario las aprobaba y la sigue aprobando, lo que el Señor cuestionó era la actitud de algunas mujeres y hombres santos que hicieron cosas que quebrantaron la Ley Divina, no poligamia. David fué disciplinado por tomar la mujer de otro varón, una mujer ajena. ¿En que parte del antiguo pacto dice que al Rey David el Señor mismo le recriminó las esposas y concubinas que tenía? El fué cuestionado por tomar una mujer que no era de el. El Rey Salomón tuvo varias esposas. ¿Cual fué su caida? tomar mujeres "extranjeras", la Biblia no dice que el fue castigado por ser un "poligamo" y por no andar derechito como un moralista de hoy en día, el fué disciplinado por tomar mujeres fuera del pacto que el Señor tenía con israel, no eran mujeres santas. Jesús habló del buen esposo que desposaba 5 virgenes prudentes, pues en esos tiempos en Israel se practicaba la poligamia, por lo tanto estoy seguro que la poligamia no es penada, lo condena la sociedad, el mundo, pero el Señor bendice a un hombre con una o mas esposas, y quien predique lo contrario está ebrio del vino de unas de las iglesias más perversas de la historia de la humanidad: El Vaticano, Roma. Saludos!
ResponderEliminarQue Dios le bendiga. Amado, pienso, creo y afirmo teniendo la Santas Escrituras en mi mente y en mi corazón, que usted esta en un error porque Abraham en ningún momento fue poligamo pues el no se caso con Agar, lo que si fue un hombre anciano con pasiones carnales como nosotros los hombres de hoy en día, que sin saberlo cayo en adulterio y lo hizo porque no había Ley sobre ello. MINISTERIO INTERNACIONAL EMANUEL MIE.
ResponderEliminarEstudiando este tema a la luz de la Biblia, he llegado a la conclusión de que la poligamia no está censurada por Dios. Todo lo que Dios habla de maldad se centra en la idolatría y la perversión y está claro todo alli en la Biblia. El asunto está en averiguar en dónde dentro de las sociedades humanas se anulo la poligamia por asunto del poder económico y las herencias.
ResponderEliminarTendría en pdf?
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