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miércoles, 19 de diciembre de 2012

LA HISTORIA Y EL FUTURO DEL MUNDO ESTAN EN EL LIBRO DEL PROFETA DANIEL NO EN LAS PROFECIAS MAYAS



No deja de ser impresionante la gran expectativa que se ha levantado a nivel mundial por la llegada del 21 de Diciembre del 2012, fecha en la que según una profecía Maya termina un ciclo de 5125 años, y para la que existen diversas interpretaciones de lo que acontecerá con este cálculo del calendario Maya; algunos esperan con temor e incertidumbre el fin del mundo en medio de un gran cataclismo y la inversión de los polos magnéticos de la tierra, otros la descartan como un gran fraude de la mercadotecnia de Hollywood y muchos otros aseguran con gran expectación que por fin el mundo entrará en una nueva era de armonía y luz interior
por que según ellos dicha profecía coincide con exactos cálculos astronómicos para una alineación de nuestro sistema solar con el centro de la galaxia y que por ese fenómeno la tierra recibirá una impresionante cantidad de energía cósmica positiva; y es tanta la información y posturas respecto al tema que circulan por la internet que es muy difícil tratar de entender a plenitud el tema sin llegar a confundirse; astrónomos, astrólogos, arqueólogos, políticos, chamanes, y el History Channel dan su punto de vista y todo esto aunado a que los poquísimos mayas de la actualidad que aún guardan sus raíces indígenas ¡ni saben del tema o bien les es sin importancia! Y todo esto nos demuestra la urgente necesidad del ser humano de encontrar respuestas a preguntas cómo estás: ¿porqué existe la vida?, ¿todo se termina con la muerte?, ¿existe la vida después de la muerte?, ¿hay algún ser en el universo que sustenta la vida?, ¿existe un juez superior que va a juzgar la vida de los hombres? ó ¿lo que haga de mi vida sea bueno o malo no tiene ninguna repercusión más allá de mi propia existencia?; pero al buscar en el lugar equivocado lo único que encuentra es engaño y confusión para su alma.
La profecía Maya del fin del ciclo de 5125 y los eventos que acompañan al cierre de ese ciclo es confusa y vaga; y sin pretender negar ni dejar de asombrarnos de la increíble capacidad matemática y los conocimientos astronómicos de los Mayas, ¿cómo podemos darle tanto crédito y veracidad a unas profecías desconocidas y ajenas a los más grandes eventos culturales e históricos que han ocurrido en el mundo?, ¿Qué autoridad profética tienen las profecías Mayas para haberse ganado tanta credibilidad por una gran parte de la población mundial? Hasta los chinos están hablando de las profecías mayas.
Lo más lamentable es que por su ignorancia y su vulnerabilidad para ser engañado el ser humano presta atención a todo tipo de voces y charlatanerías para ver si hay algo novedoso que le haga parecer inteligente y descubridor de los misterios del universo, y así sentir que puede vivir su vida sin necesidad de rendir cuentas a Dios, pues si el hombre se auto convence que Dios no existe o es una energía cósmica, ¿qué importa lo que haga de su vida?, y aunque las ideas de moda sean completamente absurdas y anticientíficas las cree con devoción negando sin ningún fundamento la veracidad del único libro que se autoproclama tener la verdad y ser cien por ciento de inspiración divina, y que además ha pasado todas la pruebas de la historia, la arqueología, la medicina, la biología, la astronomía, entre muchos otros aspectos, y lo más contundente, que es el único libro que ha probado su exactitud para profetizar eventos a lo largo de cientos de años, eventos de los cuales muchos ya están corroborados en la historia del mundo y muchos otros están por suceder, ese libro es la Biblia.
La Biblia reúne 66 libros que fueron escritos a lo largo de 1500 años, y lo más impresionante es que el primer libro que es el Génesis escrito por Moisés alrededor del 1405 a.C. inicia con la frase: “En el principio Dios creó los cielos y la tierra…” y termina con el libro de Apocalipsis escrito alrededor del 95 d.C. narrando el fin de la historia humana, la segunda venida de Cristo  y la entrada en el reino eterno de Cristo. Estos son solo algunos aspectos de la Biblia que nos dan una pequeña idea de su precisión y superioridad para comprender el mundo y la historia.
El libro del profeta Daniel contiene pruebas ineludibles de que la Biblia es la palabra de Dios, que es exacta en sus predicciones y que además puede ser verificada a la luz de la historia de los imperios que han existido. Al profeta Daniel se le reveló la historia de los imperios que iban a existir en el mundo antes de que llegara el fin de nuestra era, también profetizó la fecha exacta en que se daría muerte a Jesús, el prototipo de un gobernante mundial contrario a Dios que se levantaría al final de los tiempos y las condiciones que prevalecerían en el mundo antes del regreso de Cristo.
Daniel recibió sus visiones proféticas a partir del año 605 a.C. de cuatro maneras:
1. Recibiendo la revelación e interpretación del sueño del rey Nabucodonosor de una estatua (Daniel 2:30-45). Y a mí me ha sido revelado este misterio, no porque en mí haya más sabiduría que en todos los vivientes, sino para que se dé a conocer al rey la interpretación, y para que entiendas los pensamientos de tu corazón.
 Tú, oh rey, veías, y he aquí una gran imagen. Esta imagen, que era muy grande, y cuya gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti, y su aspecto era terrible.
 La cabeza de esta imagen era de oro fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce;
 sus piernas, de hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido.
 Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó.
 Entonces fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y fueron como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin que de ellos quedara rastro alguno. Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra.
 Este es el sueño; también la interpretación de él diremos en presencia del rey.
 Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fuerza y majestad.
 Y dondequiera que habitan hijos de hombres, bestias del campo y aves del cielo, él los ha entregado en tu mano, y te ha dado el dominio sobre todo; tú eres aquella cabeza de oro.
 Y después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo; y luego un tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra.
 Y el cuarto reino será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará todo.
 Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero y en parte de hierro, será un reino dividido; mas habrá en él algo de la fuerza del hierro, así como viste hierro mezclado con barro cocido.
 Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, el reino será en parte fuerte, y en parte frágil.
 Así como viste el hierro mezclado con barro, se mezclarán por medio de alianzas humanas; pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro.
 Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre,
 de la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación”.
Estos cuatro imperios y un reino que surgirían son Babilonia, Media y Persia, Roma y el Imperio Romano que es reavivado al final de los tiempos. Cada uno se diferencia del anterior de acuerdo a la disminución gradual en la calidad del metal. La piedra representa a Cristo en su segunda venida para destruir al último reino (representado por los pies y diez dedos, entiéndase diez reinos) sin ayuda humana y establecer su reino de justicia sobre toda la tierra.

2. La visión de cuatro bestias (Daniel 7:1-8). “En el primer año de Belsasar rey de Babilonia tuvo Daniel un sueño, y visiones de su cabeza mientras estaba en su lecho; luego escribió el sueño, y relató lo principal del asunto.
 Daniel dijo: Miraba yo en mi visión de noche, y he aquí que los cuatro vientos del cielo combatían en el gran mar.
 Y cuatro bestias grandes, diferentes la una de la otra, subían del mar.
 La primera era como león, y tenía alas de águila. Yo estaba mirando hasta que sus alas fueron arrancadas, y fue levantada del suelo y se puso enhiesta sobre los pies a manera de hombre, y le fue dado corazón de hombre.
 Y he aquí otra segunda bestia, semejante a un oso, la cual se alzaba de un costado más que del otro, y tenía en su boca tres costillas entre los dientes; y le fue dicho así: Levántate, devora mucha carne.
 Después de esto miré, y he aquí otra, semejante a un leopardo, con cuatro alas de ave en sus espaldas; tenía también esta bestia cuatro cabezas; y le fue dado dominio.
 Después de esto miraba yo en las visiones de la noche, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y terrible y en gran manera fuerte, la cual tenía unos dientes grandes de hierro; devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies, y era muy diferente de todas las bestias que vi antes de ella, y tenía diez cuernos.
 Mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí que otro cuerno pequeño salía entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros; y he aquí que este cuerno tenía ojos como de hombre, y una boca que hablaba grandes cosas”. Estas cuatro bestias representa los mismos cuatro imperios que en Daniel 2:30-45, pero la visión es más específica en detalles de cada uno de los imperios que surgirían Después de los tiempos de Daniel. El león representa a Babilonia por su poder, ligereza y rapacidad. Los leones alados montaban guardia en las puertas de los palacios reales de Babilonia. El oso representa a Media y Persia, y se especifica que uno de estos dos reinos sobresaldría, estos es Persia. El leopardo representa a Grecia por su rapidez y sagacidad en las conquistas que emprendió bajo el liderazgo de Alejandro Magno (nacido en 356 a.C.). Las cuatro cabezas del leopardo representan a los cuatro generales que dividieron el reino entre ellos tras la muerte de Alejandro los cuales gobernaron sobre Macedonia, Asia Menor, Siria y Egipto. La cuarta bestia representa al imperio Romano por el hierro que representa su poderío militar, y aunque el dominio romano llegó a su fin en 476 d.C., se mantiene hasta nuestros días en un estado dividido como Europa, y el cuerno pequeño que se levanta sobre otros diez cuernos es un reino que surgirá de esa bestia (Roma revivida en una confederación de diez naciones al final de los tiempos).

3. La visión de un carnero con dos cuernos y un macho cabrío con un cuerno (Daniel 8:1-8). “En el año tercero del reinado del rey Belsasar me apareció una visión a mí, Daniel, después de aquella que me había aparecido antes.
 Vi en visión; y cuando la vi, yo estaba en Susa, que es la capital del reino en la provincia de Elam; vi, pues, en visión, estando junto al río Ulai.
 Alcé los ojos y miré, y he aquí un carnero que estaba delante del río, y tenía dos cuernos; y aunque los cuernos eran altos, uno era más alto que el otro; y el más alto creció después.
 Vi que el carnero hería con los cuernos al poniente, al norte y al sur, y que ninguna bestia podía parar delante de él, ni había quien escapase de su poder; y hacía conforme a su voluntad, y se engrandecía.
 Mientras yo consideraba esto, he aquí un macho cabrío venía del lado del poniente sobre la faz de toda la tierra, sin tocar tierra; y aquel macho cabrío tenía un cuerno notable entre sus ojos.
 Y vino hasta el carnero de dos cuernos, que yo había visto en la ribera del río, y corrió contra él con la furia de su fuerza.
 Y lo vi que llegó junto al carnero, y se levantó contra él y lo hirió, y le quebró sus dos cuernos, y el carnero no tenía fuerzas para pararse delante de él; lo derribó, por tanto, en tierra, y lo pisoteó, y no hubo quien librase al carnero de su poder.
 Y el macho cabrío se engrandeció sobremanera; pero estando en su mayor fuerza, aquel gran cuerno fue quebrado, y en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos del cielo”. El carnero con sus dos cuernos representa al imperio de Media y Persia. El macho cabrío representa a Grecia con su gran cuerno Alejandro. El cuerno quebrado es Alejandro en su muerte prematura y los cuatro cuernos son sus generales que se convirtieron en reyes sobre cuatro sectores del imperio Griego (Daniel 7:6). El cuerno pequeño es Antíoco Epífanes, que surgió del tercer imperio y también representa al rey futuro de los últimos tiempos que es el anticristo (Daniel 11:21-35, 8:24-26, Apocalípsis 13:5-6).

4. La revelación de la profecía de las 70 semanas. (Daniel 9:24-27).  Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.
 Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.
 Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones.
 Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador”.  Estas son semanas de años. El intervalo de tiempo va desde el decreto del monarca persa Artajerjes para reconstruir Jerusalén aprox.445 a.C. (Nehemías 2:1-8) hasta el reino del Mesías. Este panorama incluye: 1) 7 semanas de años (=49 años) que terminan con el final de la reconstrucción de la plaza y el muro de Jerusalén. 2) 62 semanas de años (=434 años) sumados a los primeros 49 años para dar un total de 483 años (según el calendario Judío de años de 360 días) hasta la consumación de la primera venida de Cristo que se cumplió con su entrada triunfal el día nueve de Nisán en el año 30 d.C.(Mateo 21:1-11) y con su muerte; y 3) los últimos siete años o la “semana setenta” corresponde al tiempo del anticristo que surgirá de un pueblo que destruirá Jerusalén y su templo, es decir de Roma porque Roma destruyó Jerusalén en el año 70 d.C. Es imposible que la “semana setenta” se haya cumplido en el año 70 d.C. cuando el general Tito destruyó Jerusalén y el templo de Salomón, porque ni Tito ni el lapso de tiempo cuadran con la descripción del anticristo ni de un periodo de siete años adicionales a los 483 porque en ese caso la destrucción de Jerusalén hubiera sido en el 37 d.C. aprox., más bien esta última semana apunta inequívocamente a un cumplimiento de los últimos tiempos hasta que se había de “traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos”.

5. La revelación de un rey que es una tipificación del futuro anticristo (Daniel 11:36-39). Y el rey hará su voluntad, y se ensoberbecerá, y se engrandecerá sobre todo dios; y contra el Dios de los dioses hablará maravillas, y prosperará, hasta que sea consumada la ira; porque lo determinado se cumplirá.
 Del Dios de sus padres no hará caso, ni del amor de las mujeres; ni respetará a dios alguno, porque sobre todo se engrandecerá.
 Mas honrará en su lugar al dios de las fortalezas, dios que sus padres no conocieron; lo honrará con oro y plata, con piedras preciosas y con cosas de gran precio.
 Con un dios ajeno se hará de las fortalezas más inexpugnables, y colmará de honores a los que le reconozcan, y por precio repartirá la tierra”. Aquí Daniel pudo ver con lujo de detalle las características del gobernante anticristo que se levantaría en los últimos tiempos (la semana setenta) tipificado nuevamente en Antíoco Epífanes; de hecho los historiadores narran que los soldados de Antíoco sacrificaron un cerdo en el templo de los judíos (en el 167 a.C.) y que pusieron dentro del templo una estatua del dios Zeus para rendirle culto y a eso los judíos de la época le llamaron “la abominación desoladora”, pero Jesús volvió a retomar esta profecía de Daniel como una “abominación desoladora” que tendría cumplimiento en el futuro (Mateo 24:15) y algunos (principalmente los preteristas) sugieren equivocadamente que Jesús se refería a la destrucción de Jerusalén y el templo por el general Tito de Roma en el 70 d.C., pero también el apóstol Pablo lo interpretó como algo para los últimos tiempos (2 Tesalonicenses 2:3-4) y Juan en Apocalipsis 13:14-15 lo relaciona con la aparición del anticristo en el fin de los tiempos.

6. El cumplimiento definitivo de la semana setenta en los últimos tiempos (Daniel 12:1-4, 8-11). En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro.
 Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.
 Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.
 Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará.
Y yo oí, mas no entendí. Y dije: Señor mío, ¿cuál será el fin de estas cosas?
 El respondió: Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin.
 Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán.
 Y desde el tiempo que sea quitado el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora, habrá mil doscientos noventa días. Esto es el tiempo del fin, el cumplimiento de la semana 70 y el periodo de 1290 días en que las fuerzas del mal se alzarán intentarán destruir al pueblo de Dios que abarca la segunda mitad de la semana 70, es decir tres años y medio (1260 días) más los días adicionales que Jesús tomará para llevar a cabo el juicio final.

Esta breve explicación de las profecías del libro de Daniel es solo una aproximación a la gran precisión, complejidad y amplitud de las profecías bíblicas. Las profecías mayas no se pueden comparar con la riqueza de la Biblia, no hay justificación para tanta expectación por la llegada del 21 de Diciembre de 2012. Con seguridad el 22 de Diciembre amanecerá otro día más y el mundo no se habrá acabado y las personas no se habrán vuelto armoniosas y bondadosas por las vibraciones cósmicas desencadenadas hacia la tierra, por el contrario, según lo advirtió el Señor Jesús: y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará” (Mateo 24:12), y también el apóstol Pablo: “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella…” (2 Timoteo 3:1-5). Es una ofensa a Dios confiar en los astros o en las constelaciones en lugar de confiar en Él, que los creó.

Espero que éste breve análisis de las profecías de Daniel te pueda motivar a interesarte más en el estudio y lectura de la Biblia. Y así saber cómo puedes prepararte no para una fecha incierta, sino para la segura y próxima venida de Jesús a la tierra. El mundo está preparándose (o mejor dicho lo están preparando) a pasos agigantados para ser gobernado por un anticristo que establecerá un nuevo orden mundial al servicio de Satanás, y muchos otros se están preparando para recibir al único Rey de Reyes y Señor de Señores para quién la victoria ya está asegurada, y tú ¿a quién esperas?

Nota: Todas las citas de la Biblia son tomadas de la versión Reina Valera 1960, y la para la explicación de las profecías del libro de Daniel me he apoyado en gran parte en la “Biblia de estudio MacArthur”, Ed. Portavoz, 2004.

1 comentario:

  1. Por favor, ¿puedes decirme la fuente de dónde obtuviste la imagen de la estatua? Gracias.

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